Estampas
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28 de junio de 2017
Últimamente en España todo es género. Si te haces una paja te acusan de misógino porque, hombre, deberías estar metiéndosela a una mujer, no para hacerla disfrutar y disfrutar tú a su vez, sino para saldar alguna ofensa antigua ah oh los miles de años en que a las mujeres se las follaban poco y mal y la bestia masculina se enseñoreaba sobre la tierra y encima de ellas. Cuánta gilipollez. Lean a Paglia. El hombre no es el enemigo. Lo es un feminismo llorica, ridículo y simplón que odia al macho y se espanta ante una polla dura (con lo bonitas y sabrosas que son las pollas duras). Miras un culo, ¡machista!, te gustan unas tetas, ¡machista!, te gusta metérsela por el culo, más que machista, abusador sexual y fascista destacado, que te la chupen dos, ¡a la cárcel, que lo fusilen! Cuánta gilipollez.

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27 de junio de 2017
Voy al médico y la doctora en los treinta un producto típico de la educación socialdemócrata española. Yo sostengo (para disfrute y espanto de mis amigos) que la decadencia y futura (no muy lejana) disgregación y aniquilación de España es y será consecuencia de la bobalicona, estúpida, timorata, rencorosa y sectaria educación española. El producto de esa educación está llegando al poder, se nota mucho en el sistema judicial español y en la política española y en la atmósfera social general.
La doctora trata de convencerme de que compre una medicina barata, despotrica contra las empresas dedicadas a fabricar medicinas y ya de paso contra el capitalismo y su vocabulario es tan pobre que me dan ganas de mandarla a leer algo. A partir de ahora sólo iré a doctores que tengan más de sesenta años.

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26 de junio de 2017
Kertész: El primer día en Madrid, esa ciudad construida con elegancia y grandeza, cuya pompa imperial contrasta tan agradablemente con la pompa mezquina de las ciudades imperiales de Europa central y del Este. Madrid quizá sólo pueda compararse con Petersburgo, con la diferencia de que Madrid sigue siendo hoy lo que es y no se ha convertido en una ciudad museo. Conferencia de prensa, por la noche presentación con un radiante Juan Cruz, que desconoce la mesura, pomposo almuerzo, pomposa cena, al día siguiente a las cinco de la madrugada el despertador y viaje a Barcelona, donde me esperaba lo mismo. M. y yo decidimos oponernos tenazmente en el futuro a todas las invitaciones de este tipo. El atentado de Madrid, la manifestación, en la que nosotros también participamos, Mihály Dés, que trató de desacreditar mi trabajo en el estrado y al que por eso interrumpí y ridiculicé delante del público (un caso interesante, que podría analizar largo y tendido si tuviera ganas), ese mismo día por la mañana la periodista que me preguntó si creía que los israelíes están preparando campos de concentración para los árabes.
¡Campos de concentración judíos! A Kertész lo alcanza naturalmente en la Barcelona periodística la bajeza progre antisemita característica de la progresía periodística y de la progresía en general barcelonesa.

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25 de junio de 2017
El agua tibia al fin y en pelotas como es costumbre nos metemos en el agua ya con el sol inclinándose y amo tu cuerpo gustoso. El día un líquido que se escurre y nos tumbamos a leer yo a Kertész y tú a Lanzmann qué gran pareja. Los perritos a cada lado cada vez más humanos aunque superiores en lo concerniente a la consciencia, sin consciencia qué mejor sería todo simplemente vivir, y el ser sólo en un segundo plano difuminado. Pero de lo que quería hablar es de nosotros juntos en el jardín de que alcé los ojos del libro y te miré y supe que si tú no estuvieras la muerte te llevara o algo así sería el fin del mundo y quién querría seguir viviendo en el fin del mundo.

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24 de junio de 2017
Kertész: Brecht era, si se me permite decirlo, un pensador superficial y un escritor mediocre. En su adolescencia, en una hermosa y melancólica tarde de verano, consideró para sus adentros que lejos de ahí, en el gran mundo, se libraba una guerra, muchas personas pasaban hambre, muchas estaban enfermas, alguien moría en ese preciso instante, etcétera. Pensamientos auténticamente patológicos. En esa tarde de verano que describe, los muchachos suelen pensar en la desesperanza del amor y, movidos por su riqueza afectiva, por esa enorme y superflua propiedad, hasta rompen a llorar. O tienen visiones de la vida e incluso de la suya propia, que de pronto se ilumina ante ellos, y ellos la miran deslumbrados como cuando uno mira el sol. Él, sin embargo, piensa en la injusticia social, y pensar en eso es, desde la Revolución francesa, la enfermedad del hombre.
Cuánta precisión: superficial y mediocre, la enfermedad del hombre.

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23 de junio de 2017
De lo más humillante del envejecer es lo del mear. Antes yo meaba un gran chorro largo y grueso y continuo era un gran placer mear. Ya no. Ahora meo a retazos, como un artilugio que falla eso exactamente es lo que es y tardo en mear el doble o el triple de lo que demoraba antes. Trato de no prestarle mucha atención pero mear se hace más y más penoso por lo que va teniendo de humillación y porque la cosa no puede más que empeorar. Es normal, la próstata bien, dice el médico. Es normal. Dice. Uno se va estropeando y muriendo y es de lo más normal.

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22 de junio de 2017
Kertész: Europa pronto sucumbirá por su antiguo liberalismo, que se ha revelado suicida y pueril. Europa ha creado a Hitler y después de Hitler se ha quedado sin argumentos: se han abierto las puertas al islam, ya no se atreven a hablar de razas y de religiones, mientras que el islam no conoce otra lengua que la del odio a otras razas y religiones.
Es la mejor forma, esta de Kertész, para definir la actitud europea ante la invasión del islam: suicida y pueril.

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21 de junio de 2017
La última posada está dividido en cuatro partes y un óbito. La segunda y la cuarta parte, que dan título al libro, están escritas en tercera persona. Dejan de ser un diario. El resultado es prescindible. Paso de largo, a la carrera, diríamos, por estas dos partes. Quiere novelar Kertész y desprecia y considera “superfluo” el poderoso e iluminador íntimo anotar su decadencia física su vejez su proximidad inexorable al fin. Cree que ese anotar a ras del cuerpo no es creativo. Se debate. No se da cuenta de que ese apuntar “no creativo” es su mejor novela lo que son las cosas.

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20 de junio de 2017
Kertész: Todo gran arte tiene un rasgo obstinado, insobornable, casi podría decirse testarudo, que en el más pequeño parece un error y que, en general, incluso se corrige y hasta se hace desaparecer; sin embargo, el gran arte es grande precisamente por eso que parece insostenible y por aferrarse tenazmente a ello.
Sigo por Kertész con gran apetito y es excelso el alimento que recibo como pueden ver.

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19 de junio de 2017
Dice Léautaud: Un escritor como Dostoievski ha estropeado a gente como Gide, como Duhamel. Es una literatura de enfermo, de epiléptico, de tarado. Es cuestión de higiene intelectual mantenerse alejado de ella, desistir de conocerla. Es una literatura de choza, bien para los rusos, esos cerebros enfermos, débiles, resignados, fatalistas, huidizos. Es una literatura de la que hay que huir, cuando se tiene un espíritu claro, audaz, libre. No sólo de la que hay que huir, sino a la que hay que detestar.
Leí a Dostoievski muy joven y me impresionó considerablemente. Pero. Ahora debo leerlo otra vez o al menos algo de lo que leí en aquellos tiempos. No puedo seguir adelante como si no pasara nada después de conocer la opinión de Léautaud.
