Estampas
4248
Viernes, 20 de marzo de 2020
Qué enorme decepción. Mi esperanza era que el Rey en su condición de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, en acción coordinada con los partidos constitucionalistas (PP, Ciudadanos, VOX) y con el decisivo apoyo de las fuerzas armadas declarara ilegal y una amenaza para España el régimen Sánchez-Iglesias y destituyera a sus miembros y tomara el control del país al frente de un Estado de Emergencia. Pero. Ay. Se limitó a soltar cursiladas y paparruchas mil veces regurgitadas y a jeremiquear mientras las fuerzas castro-chavistas, aprovechando el caos desatado por la plaga, van apoderándose del Estado. Majestad, ha fallado usted estrepitosamente y ha perdido una oportunidad única de reclamar para la Corona la tarea de defender a los ciudadanos españoles libres e iguales y a la democracia y a la civilización y a la decencia, naturalmente. Lo peor del castro-chavismo comunista no es que sea criminal y esclavista y una formidable máquina de crear hambre y necesidades, es que es intrínsecamente indecente. Habló su Majestad y los españoles continúan tal y como estaban a merced de la hecatombe castro-chavista que se les viene encima.
Ya sé que en España Majestad nadie se atreverá a decirle esto por eso se lo digo yo.

4247
Jueves, 19 de marzo de 2020
Lo mejor es pensar que la plaga me matará. Así ganaré en concentración y podre terminar, tal vez, algunos de los libros que tengo pendientes. Soy un escritor. Ya sé que sin la ilusión probablemente genética de que la muerte es un acontecimiento lejano, no podríamos vivir. Pero. Estos son tiempos excepcionales. La enfermedad y la muerte han ocupado el primer plano y hay que asumirlo. Veamos lo pendiente. Hace poco comencé a escribir un librito que se llamará Vida de perro que trata de la superioridad animal y que me gustaría terminar. Y tengo a medio escribir una novela corta para niños o eso me gustaría que narra la aventura de un niño que, secuestrada su madre por El Gigante de la Playa Final, decide ir a rescatarla con la ayuda de un Pendeskatuleron. Por otro lado, también a medio escribir, El Resucitador, una historia de ciencia ficción o futurista que transcurre en el universo de mi trilogía El gen de Dios en territorio garbageland. En la isla basurero, un nuevo dictador, no podía ser de otra manera, pone en marcha una máquina para resucitar a los líderes y diversos asesinos y cómplices de la antigua dictadura, muertos injustamente de muerte natural, con el objetivo de que sean debidamente ejecutados. Manos a la obra manos a la obra.

4246
Miétcoles, 18 de marzo de 2020
Anoche recordé no sé porqué por lo de la plaga seguramente en mi cerebro la palabra plaga es sinónimo de comunismo a los cómplices de la dictadura cubana (toda la izquierda culogorda mundial) que gritaban ¡Yankis, manos fuera de Cuba! y yo allá muerto de hambre y sin papel sanitario en la isla pavorosa pensaba no sólo ¡qué hijos de puta! también pensaba no tienen ni idea de lo que quiero la grasa acumulada en sus obesos culos les impide pensar, no quiero que saquen las manos de Cuba si las tuvieran las manos de los yanquis me da igual dónde las metan lo que quiero que metan los yanquis en Cuba es una oleada enorme de bombarderos y aviones de guerra y a miles centenares de miles si fuera necesario de marines y también misiles naturalmente y barcos muchos barcos de guerra frente a las costas barcos llenos de cañones enormes las manos de los yankis no me interesan para nada lo que me interesa son sus ejércitos libertadores. Eso es lo que, mientras toda la izquierda culogorda mundial chillaba ¡Yankis, manos fuera de Cuba! pensaba yo cuando vivía en Cuba esclavizado y lo que sigo pensando ahora que vivo fuera de Cuba desde hace muchos años.

4245
Martes, 17 de marzo de 2020
Ayer alrededor del mediodía terminé Mo y yo, una novela corta o noveleta, como decíamos en la isla pavorosa. Empecé a escribirla hace unos diez años si no recuerdo mal y ha ido esperando su momento, yo no puedo escribir según un plan eso es cosa de intelectuales, los libros tienen un momento que está asociado a los acontecimientos de tu vida no puedes escribir el libro hasta que no te pasa lo necesario para que lo escribas. Y el libro lo sabe. No es que te pase lo que pasará en el libro, lógicamente, pero ha de suceder algo que actúa como un código que abre un espacio en tu cerebro donde está resuelto el libro. Es un proceso muy curioso que conozco bien porque me ha pasado con cada uno de mis libros. Cuando se detienen no es porque yo no encuentre soluciones literarias o las palabras adecuadas es porque no he vivido algo necesario para la vida del libro. Y hasta que no lo vivo, no lo puedo concluir.

4242
Sábado, 14 de marzo de 2020
Voy al mercado y algunas estanterías vacías. No hay jabón para ducharse ni papel de baño. Si algo he aprendido con lo de la plaga es que los españoles están decididos a morir con el culo limpio. Pregunto a las empleadas y todas me dicen repondremos ¡qué maravilla el capitalismo! Repondremos. En la verdulería no hay patatas, pero mi verdulera me dice que llegará por la tarde el camión de abastecimiento. Que vuelva mañana, pero temprano, porque las turbas enloquecidas arrasarán enseguida. Nadie lleva mascarilla y todo se ve más o menos normal excepto las estanterías vacías y que todos nos esquivamos un poco: si la cosa empeora primero se perderá la educación, después la piedad.
Me limpié el culo veintiocho años en Cuba con el periódico Granma, pero, ya he vivido mucho tiempo en países libres (no hay libertad sin papel sanitario no crean a ningún hijo de puta que diga otra cosa sobre todo no le crean si habla de dignidad y cosas así) y mi culo se ha civilizado y no creo que pudiera volver a limpiarme con papel de periódico. Lo único que tenía bueno de limpiarse con el periódico Granma es que un día tocaba limpiarse el culo con Fidel Castro, otro con Camilo Cienfuegos o el Che Guevara, hasta con las yeguas Haydée Santamaría, Celia Sánchez o Vilma Espín me he limpiado el culo yo innúmeras veces. Eso paliaba un tanto la humillación de ser un esclavo y de vivir en la abyección que era y es vivir en Cuba. Algo es algo.

4241
Viernes, 13 de marzo de 2020
El mayor peligro del coronavirus para los españoles no es el coronavirus es Pedro Coronavirus. Pedro Coronavirus y sus hordas ideologizadas. Cualquier gestión, cualquier medida que se ha tomado para combatir el coronavirus en manos de Pedro Coronavirus y sus hordas ideologizadas (¡que incluyen a la Televisión Pública!) han sido gestiones y medidas ideologizadas. Cualquier gestión o medida ha estado ajustada a consideraciones ideológicos. Conozco a este tipo de gentuza y para ellos no hay nada que escape al ámbito ideológico, ni siquiera las vidas humanas. No es que Pedro Coronavirus no sea un inepto un mentiroso patológico un atorrante un analfabeto y un perfecto irresponsable, lo es. Pero, peor, es un mentiroso patológico un atorrante un analfabeto y un perfecto irresponsable ideologizado. Para este tipo de gente el primer virus a combatir es el enemigo ideológico. De ahí su guerra contra la comunidad de Madrid, gobernada por el PP, en pleno crecimiento exponencial de la plaga. De ahí su pro-vírica y anti-ciudadana celebración del 8 de Marzo. De ahí los mensajes eufóricos de sus aliados y hordas izquierdistas en general ante el positivo por coronavirus de Ortega Smith o Abascal. En Cuba, siempre me llamó la atención que, cuando entrabas en conflicto con la dictadura izquierdista, dejabas de ser inmediatamente un compañero, es decir un respetado miembro de la manada ideológica buena, humana, para convertirte en un “ciudadano”. Ciudadano en Cuba es sinónimo de escoria, de enemigo, de traidor a la humanidad. Es significativo, ¿no?
Pedro Coronavirus es el Comandante en Jefe de la epidemia y sus hordas ideologizadas sus mejores aliadas.

4240
Jueves, 12 de marzo de 2020
Ningún periodista (incluyendo a Orwell) o ensayista o filósofo o académico o historiador o escritor realista de cualquier tipo ha explicado con más claridad y precisión que la ficción Rebelión en la granja lo que es y significa el comunismo y el totalitarismo. Es decir, nadie ha explicado el comunismo y el totalitarismo mejor y a una mayor cantidad de personas que una ficción y un escritor de ficción. ¿Queda claro, detractores de la ficción? Dejen de incordiar.

4239
Miércoles, 11 de marzo de 2020
A estas alturas de nuestra historia, el cubano que crea que el régimen de Fulgencio Batista no era mejor (incluso considerando sus asesinatos extrajudiciales en tiempos de guerra) que el impuesto en Cuba por la Revolución de Fidel Castro, cualquiera que piense que Batista como persona no era mejor que Fidel o Raúl Castro, es idiota. Basta considerar lo que hubieran hecho los Castro con Batista si este asalta a tiros un cuartel en una Cuba gobernada por los Castro. No hay comparación posible entre la humanidad del gobierno de Batista (el elegido democráticamente por los cubanos, o el producto del cuartelazo, ambos) y la dictadura totalitaria, esclavista, envilecedora y criminal de los Castro.
Que la escritora Zoé Valdés haya convertido a Batista en personaje central de una de sus novelas no sólo constituye un acto de arrojo moral, también un importante paso para despejar la maraña de mentiras e invenciones que es la versión castrista de la Historia de Cuba. Desde el primer día: ¡20.000 muertos! Uno de los protagonistas más calumniados de esa Historia falseada y trucada es Fulgencio Batista. ¡Y sus casquitos! Soldados, por cierto, que eran ejemplos de decencia y pundonor comparados con los sicarios de las fuerzas represivas castristas: Ejército, Policía o miembros de organizaciones paramilitares como las Brigadas de Respuesta Rápida.
La novela de Valdés acomete una tarea fundamental para las nuevas generaciones de cubanos, cuyos cerebros han sido y son meticulosamente infectados por el castrismo. Lo hace en el más puro, gozoso, estilo Valdés, y además provista de una enorme cantidad de información de primera mano.
No se me ocurre nada más necesario y saludable para el panorama moral de la literatura cubana de hoy que una novela que humaniza, es decir hace real otra vez, a Fulgencio Batista.

4238
Martes, 10 de marzo de 2020
Veo Sueños al pairo, el documental. Trata del acoso y censura del músico Mike Porcel en la Cuba de los Castro. El documental, muy bien. Muchachos valientes. Pero. Cuando tratan el acto de repudio al que sometieron las turbas castro-trovadoras a la familia Porcel, recurren a una animación. Una imagen de cualquier casa pintarrajeada por la cubana chusma hubiera bastado. Abundan imágenes de la chusma cubana en acción, por otro lado. Cualquier casa pintarrajeada, cualquier ataque de las turbas envilecidas hubiera servido para ilustrar lo que padeció la familia Porcel. Y otra cosa. Es un error entrevistar solamente a guitarreros y otros seres serviles, devastados por su propia sumisión. Podían haber buscado a vecinos de la época de los actos de repudio, a ver qué decían sobre lo que hicieron o no, y por qué. Hubiera ilustrado el envilecimiento del cubano común bajo el castrismo (el de guitarreros y chusma artística semejante ya está muy visto). El único tema importante hoy para el arte y la cultura dentro de la isla es: ¿cómo nos hemos degradado tanto?
El documental se propone reivindicar a Mike Porcel. Dicen. Le leído por ahí. Loable. Tal vez. Pero hay algo enfermizo en esa posición mendigante ante los censores y los asesinos. Porcel es un hombre libre y no necesita ser reivindicado o aceptado o permitido de ninguna manera por los culpables. Que se vayan a la mierda.
Lo que pasó y pasa en Cuba y es Cuba ¡sesenta años después! se resume en esta canción de Carlos Puebla, ídolo nacional.
Yo conocía poco la obra de Mike Porcel. Y al ver el documental pensé: menos mal que al fin consiguió escapar. Vivir en Cuba es una forma de abyección y de esclavitud, como se sabe. Así que pensé, escapó. Es libre. Estupendo. Cuánto me alegro. Eso es todo lo que cuenta. ¿La isla? Mi posición de cubano libre, después de ver el documental, sigue inalterable. Puede resumirse en una frase: métanse la isla por el culo.

4237
Lunes, 9 de marzo de 2020
Por la mañana acababando de hacer mis abluciones me secaba las nalgas y manoseaba el pito como hago siempre es uno de los grandes placeres de la vida tocarse el pito un pájaro carpintero se posó en el árbol cercano, casi al pie de la ventana, y me quedé mirándolo era un pájaro carpintero bellísimo lleno de colorido tierras y grises dulces y pálidas maderas naranjas y hasta unas líneas rosa coral qué pájaro esbelto y altivo y lo mejor con una cresta majestuosa que lo hacía parecer un emperador; no como los pájaros carpinteros de Cuba me dije enseguida que son feos y acampesinados siempre he considerado todo lo campesino atroz yo he matado muchos pájaros carpinteros con mi tirapiedras pero a este no me hubiera atrevido a dispararle su belleza no lo permitiría me civilizaría en un instante su belleza, hasta la fauna tienen allá en su contra los indígenas no en balde están como están.
