Estampas

3500

Miércoles, 7 de febrero de 2018

Kafka se encuentra con Felice en Bodenbach, una pequeña ciudad industrial a orillas del Elba. Pasan dos horas en la habitación de un hotel y Felice tumbada, espera que Kafka haga algo ¡le haga algo!, pero Kafka nada. Bueno, nada sexual. Kafka le lee un fragmento de El proceso. Pobre mujer. A Kafka le aterroriza el sexo y lo físico, excepto la relación enfermiza que tiene con su propio cuerpo, que somete a rigores un tanto masoquistas. Y no hay que olvidar que a la primera oportunidad convierte su cuerpo en el de un insecto.

A mí me va causando desasosiego lo de Kafka con Felice. Kafka usa a Felice como tema para paliar sus neurastenias y para literaturizar su frustrada sexualidad. Es una actitud egoísta, que hace daño a Felice. Aunque también es verdad y no podemos perder de vista que Felice existe sigue existiendo (en esa forma de vida que asegura la belleza estética y la grandeza literaria de alguien, al menos) por esa relación y por las cartas que escribió a Kafka y Kafka le escribió a ella. Kafka fue un personaje dañino para Felice, pero le pagó los daños causados con una cierta forma de inmortalidad.


Estética

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Martes, 6 de febrero de 2018

“Todos los intentos, absolutamente todos los intentos de constituir una comunidad poseída de entusiasmo sirviéndose de los medios de una moderna sociedad de masas han terminado hasta la fecha en baños de sangre, terror, y espantosa decepción”.

Escribe Reiner Stach en su Kafka y lo leo y pienso en el nacionalismo catalán, naturalmente.

3498

Lunes, 5 de febrero de 2018

Noventa y tres intelectuales alemanes escriben un manifiesto que justifica la invasión alemana a Bélgica. Musil se siente entusiasmado por lo “hermosa y fraterna que es la guerra”. Ernst Lissauer escribe la Canción de odio a Inglaterra, que se aprende de memoria en todos los colegios. Thomas Mann habla de “una gran guerra popular, radicalmente decente, incluso solemne”. Hay muchas de estas intelectualidades en el escenario intelectual, podría decirse, de la matanza. Llama mi atención el escritor Stefan Sweig. Tan admirado como pacifista y tan admirado por mi por su autobiografía sobre todo. Pero. En su autobiografía Sweig oculta y niega y nunca rinde cuentas de su entusiasmo patriótico por la matanza. Escribe Sweig en su diario, respecto al éxito de las tropas alemanas en una batalla: “Uno se siente orgullosos de hablar alemán”. “Vivir este día ha sido en verdad hermoso, me alegro ya pensando en mañana. Se habla de cien mil prisioneros”. Y a propósito de los miles de civiles que cerca del frente son ejecutados bajo mera sospecha de espionaje: “Hay que cauterizar con el hierro al rojo lo que la suciedad ha hecho supurar”.

¿Y Kafka? Kafka, salvo algún moderado entusiasmo por el espectáculo de las masas enardecidas, se mantiene ajeno a los patriotas. Ha sido declarado no apto y libre de la obligación de acudir a la matanza y puede concentrar todas sus energías en su obra. En torno al 10 de agosto de 1914, escribe en uno de sus cuadernos: “Alguien debía de haber calumniado a Josef K., porque sin haber hecho nada malo, fue detenido una mañana.”

3497

Domingo, 4 de febrero de 2018

Kafka rompe al fin su compromiso con Felice Bauer y se decide a dejar Praga e instalarse en Berlín a vivir una vida de escritor. Entonces estalla la guerra. La Primera Guerra Mundial no es sólo una de las carnicerías más espantosas acontecidas jamás también es un evento sobre todo de una estupidez abismal. Un grupito de patriotas, y subnormales de ese estilo, decidió lanzar a millones de soldados a la matanza y los intelectuales (siempre tan canallas) los secundaron alegremente. Voy leyendo sobre los horrores de la Primera Guerra Mundial (6000 soldados muertos y trece mil heridos cada día durante más de cuatro años) y pensando lo que siempre he pensado desde que llegué a Europa, que es cuestión de tiempo que regresen los patriotas y toda Europa se convierta otra vez en un matadero.

3496

Sábado, 3 de febrero de 2018

La mayoría moral española de los chochos augustos y los hipócritas de las tertulias españolas han declarado la guerra a las azafatas. ¡Qué humillación! Claman las legiones de chochos augustos y los hipócritas del coro que se han pasado toda la vida mirándole el culo a las azafatas. ¡Qué ignominia las azafatas! ¡Prohíbanlas inmediatamente! ¡Qué horror! Veo en TVE a una que conduce un noticiario, joven, esbelta y cara de revista de colorines, horrorizada con las, según ella, mujeres floreros azafatas. ¿Alguien ha visto alguna vez en TVE a una presentadora de noticiario gorda vieja y fea?

¿Pero cómo es posible? Con la langosta a medio comer, desde sus confortables pisos o desde sus sillones bien pagados en las televisiones. ¡Intolerable! ¡Machismo! ¡Patriarcado! Pero. ¿Van a contratar ellas a las azafatas que pierden sus puestos de trabajo? ¿Les van a pagar el alquiler, la comida, la electricidad? ¿Van a mantener a sus hijos? O todo se limitará a cobrar por celebrar que echen a esas muchachas a la calle en nombre de su imbecilidad matriarcal y mamalona e hipócrita, y por seguir servilmente a las hordas de chochos augustos que ya amenazan con contaminar todo goce, toda alegría, toda señal de libertad y vida con sus rumiantes imbecilidades.

¡Dejen en paz a las azafatas!

3495

Viernes, 2 de febrero de 2018

Leo una entrevista con Ellroy. Me gustaba mucho Ellroy sobre todo La Dalia Negra y hubo un tiempo en que me lo leí casi todo de Ellroy. Pero. Hace poco volví a leer La Dalia Negra para inspirarme un poco y ya no me gustó tanto Ellroy lo encontré farragoso. Ellroy es ese tipo de escritor que no sabe parar ni sabe qué hay que cortar. Siempre le sobran páginas a sus novelas. También leí en su momento Mis rincones oscuros lo leí con grandes expectativas porque el tema de la madre me interesa mucho, pero me decepcionó bastante me dio la impresión de que Ellroy no es auténticamente un tipo retorcido sino que se hace el retorcido y respecto a lo de la madre demasiado comerciante. Ahora leo la entrevista y me parece que Ellroy está ya un poco chocho. O será el alcoholismo. O las camisas hawaianas que se pone. Y toda esa tontería con Dios y con ser el rey de esto y lo otro en fin no creo que vuelva a leer a Ellroy, todo se va derrumbando.

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Jueves, 1 de febrero de 2018

El librito será un soliloquio, me encanta esa palabra. Salgo a caminar porque dicen que caminar podría prolongar mis días sobre la tierra y enseguida me viene a la cabeza el soliloquio siempre en el mismo tono un tono de escritura así que sé que es un librito lo que viene a mi cabeza y no reflexiones dispersas. El soliloquio es una corriente. Una voz. Una voz iracunda eso es lo que me gusta y por esa razón tal vez termine de escribir el librito. Uno escribe naturalmente y cada vez más porque la furia lo invade.

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Miércoles, 31 de enero de 2018

“Y en lo otro que pensé mientras caminaba por el pueblo fue en las tragaderas de los españoles qué tragaderas. Los nacionalistas vascos y catalanes se pasaron décadas matándolos en las calles y llevan décadas chantajeándolos e insultándolos y construyendo sus pequeños feudos antiespañoles con el dinero de los españoles y traicionando siempre a los españoles y las tragaderas españolas son tales que lo soportan todo. Y no sólo lo soportan sino que lo pagan y la solución para los Gobiernos españoles (tan cobardes y ¡primero el Partido!) siempre ha sido dar más y más dinero y más competencias (a cambio de apoyo para mantener el Poder y el acceso a la caja del tesoro), a estos sediciosos racistas antiespañoles facilitándoles así el desmantelamiento de España. Dinero mucho dinero y privilegios especialmente a los vascos para que dejaran de matar. En vez de suspender la autonomía vasca y endurecer las penas para los terroristas y sus cómplices, negociar con los asesinos y al resto de los cómplices racistas chantajistas antiespañoles (léase políticos nacionalistas vascos) comprarlos con trozos de soberanía española. A mi sucio cerebro le cuesta imaginar algo más sucio.”

3492

Martes, 30 de enero de 2018

“Y además de lo de los maricones ese mismo día en que me vino el tono para el librito mientras caminaba por el pueblo me vino a la mente lo de las Fiestas de Gracia. Si a ustedes les gusta la peste a orines les recomiendo ir a las Fiestas de Gracia. Las calles apestan durante días a orines durante las Fiestas de Gracia. Las Fiestas de Gracia son particularmente grotescas porque los vecinos compiten a ver cuál calle decoran más grotescamente los vecinos. Y hasta dan un premio a la mejor decoración. Suelen pintar a Marx, el Che, Arafat y a Tania la Chochollera en las paredes los jóvenes progres del barrio de Gracia. Y creo que me vino a la cabeza esto mientras caminaba porque vi en la televisión no hace mucho un reportaje sobre las Fiestas de Gracia y entrevistaban a una vieja que parecía un zombi y que había decorado su calle estilo zombi y a un típico okupa catalán sucio y cara de porro y con las orejas y la nariz llena de pinchos y a una gorda que decía que en resumen lo de la Fiestas de Gracia era magic. Y como esta palabra magic me tiene hasta los cojones (casi tanto hasta los cojones como cuando un político dice no es de recibo), creo que por eso pensé en lo de las Fiestas de Gracia mientras caminaba y en que las Fiestas de Gracia son realmente un gigantesco meadero y en ningún caso fiestas ni nada que se le parezca.”

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Lunes, 29 de enero de 2018

“Hace años, catorce exactamente, escribí un libro en el que me propuse decir la verdad y las cosas como son sin literatura pero me salió con mucha literatura la suficiente para echarlo todo a perder. Aunque tengo que reconocer que ese libro a veces decía cosas que valían la pena es decir cosas que hay que decir y que nadie dice porque la cobardía es ya general y brota sin cesar y sin remedio de todas las bocas y de los poros de todas las cosas. Es casi lo único que hay, cobardía. El libro se publicó y se vendieron unos cientos de ejemplares, creo, nunca nadie me dijo cuántos. No pensaba escribir nada más pero hoy salí a caminar porque dicen que caminando se prolonga un poco la vida y caminando por el pueblo donde vivo un pueblo que apesta a catalanismo y a independentismo (que es lo mismo) es decir apesta a imbecilidad de una manera muy intensa, pensé no sé por qué en lo de los maricones. Y no sólo pensé en lo de los maricones sino que pensé en lo de los maricones en un tono que no es este en el que estoy escribiendo, ya cuando uno lo escribe siempre es peor el tono y sólo puede ser falso, pero cuando ese tono resonó en mi cabeza al pensar en lo de los maricones me dije he ahí el tono, y una vez que se tiene el tono uno tiene que escribir lo que ese tono dicte, aunque no se pueda nunca y el resultado sea siempre una falsedad.”

Así comienza un librito (ya no estoy para novelones) que empecé a escribir. No sé si lo terminaré la mayoría de las cosas no se terminan sólo unas pocas.

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