Estampas

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Y como he hablado de la isla y de los que viven allí, estas iluminadoras palabras del Maestro:

“El hombre cubano, ya en el momento de su nacimiento, es un hombre fracasado y debe comprender claramente (…) que tendrá que renunciar a sí mismo si decide quedarse en ese país y en ese Estado, cualquiera que sean los auspicios, debe decidir si quiere, quedándose ahí, perecer, envejeciendo fatigosamente y sin llegar a nada, perecer en su propio Estado y en su propio país, presenciar con los ojos abiertos en su propia mente y en su propio cuerpo, ese terrible proceso de extinción, si quiere aceptar un desarrollo descendente durante toda su vida, quedándose en ese Estado y en ese país, o si quiere irse y marcharse tan pronto como pueda y, mediante ese pronto irse y marcharse en lo posible, salvarse, salvar su inteligencia, salvar su personalidad y salvar su naturaleza, porque, si no se marcha, (…) perecerá en ese país, y si no es un hombre vil, se convertirá en ese país y en ese Estado en un hombre vil, y si no es de naturaleza abyecta ni infame, se convertirá en ese país y en ese Estado en un ser de naturaleza vil y abyecta y en una criatura vil y abyecta, y por eso hace falta, desde el principio mismo, desde los primeros momentos del pensamiento, salvarse de ese país y de ese Estado y, cuanto antes vuelva la espalda a ese país y a ese Estado un hombre con facultades intelectuales, tanto mejor, un hombre así tiene que decirse que hay que huir, dejar atrás todo lo que es ese Estado, lo que constituye ese país, irse a cualquier parte, aunque sea al fin del mundo, no quedarse en ningún caso donde nada puede esperar y, sí puede, sólo lo más miserable y lo que destruye la inteligencia y lo que vacía la cabeza y lo que obligará continuamente a la mezquindad y a la vileza”.

Thomas Bernhard

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Barcelona, 3 de mayo de 2017.

Carta abierta a la Fundación Cintas.

Estimados señores:

Llega a mi conocimiento que a partir de este año la Fundación Cintas
incluirá entre los aspirantes a sus becas a cubanos que viven en la Cuba de los Castro. Creo que esta decisión traiciona el carácter democrático del Sr. Cintas y de su fundación, que tan generosa ha sido con los artistas cubanos exiliados, es decir con los cubanos que tuvimos que huir de la dictadura que ha asolado (y sigue asolando) nuestro país.

Ante este acto de politiquería, oportunismo, complicidad, cambio de ideología (o lo que sea) de la Fundación Cintas, he decidido, como ganador de la Beca Cintas (1993-94 Oscar B. Cintas Fellowship for Painting) renunciar al título de ganador de la Beca Cintas. De ahora en adelante suprimiré este, antes, prestigioso reconocimiento de mi historial profesional y artístico. Ruego que, a su vez, procedan ustedes a eliminar mi nombre de la lista de premiados con la Beca Cintas. No quiero aparecer asociado, en forma alguna, a la Fundación Cintas si esta ha decidido asumir el papel de garante del castrismo y traicionar el espíritu de su fundador, el Sr. Oscar B. Cintas.

Sin más, quedo de ustedes respetuosamente,

Juan Abreu

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Mi querido Reinaldo tenía una manera especial de decir la palabra yegua, y solía adjudicarla a gente especialmente despreciable. Pero lo mejor era que siempre después de decir ¡yegua! le estallaba por todo el rostro una risa burlona formidable. Dejo el libro de Mao (sólo un momento) y recuerdo esto al leer una entrevista con Mariela Castro. Veamos. Mientras los asesinos del padre asesino de Mariela matan en las calles de Venezuela (al tío de Mariela no lo mencionaré porque ese montón de mierda, por suerte, ya explotó) y mientras yo pinto a los miles de jóvenes cubanos asesinados por el padre de Mariela, Mariela viaja por el mundo y concede entrevistas gracias a su padre asesino y gracias a la sangre vertida por su padre asesino. Cada vez que Mariela llega a un hotel de lujo en New York o Madrid, cada vez que Mariela se limpia el culo en uno de estos hoteles de lujo con un terso papel cada vez que Mariela usa una perfumada toallita para asearle el coño a su marido cuando termina de comerle el coño en uno de esos hoteles de lujo, lo hace gracias a que su padre asesino lleva cincuenta y siete años matando y esclavizando a los cubanos. Mariela Castro es sólo una garrapata que se alimenta de la sangre derramada por su padre, Raúl Castro.

¿Y sobre lo que dice Mariela de Reinaldo en la entrevista? Bueno. Es comprensible. La garrapata Mariela tiene que preservar su modo de vida. Pero. ¿Qué diría Reinaldo si pudiera leer lo que dice Mariela? Lo diré en voz alta. Reinaldo diría (así yo): ¡Qué yegua!

Y después de decirlo me quedaré un momento en silencio para volver a escuchar la formidable risa burlona de mi amigo.

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“Se conoce como economía planificada – en alemán, Befehlswirtschaft (literalmente `economía de mando´) – la llevada a cabo por los nazis, aunque luego el concepto se empleó también para referirse a la de la Unión Soviética. En vez de permitir que compradores y vendedores determinaran sus propias actividades económicas de acuerdo con las leyes de la oferta y la demanda, una autoridad más alta emitía órdenes que decidían la dirección global de la economía de acuerdo a un plan general. El principio de mando implicaba que todas las decisiones económicas se centralizaran en beneficio común, porque el estado determinaba qué había que producir, cuánto había que producir, cómo se distribuirían los recursos y qué precios se cobrarían por los materiales, bienes y servicios. Un plan central reemplazó al mercado”.

Sigo con el libro de la hambruna de Mao , muy instructivo y aprendo (véase arriba) que viví 28 años de mi vida en un país de economía nazi y que la economía comunista en realidad es economía nazi. Va siendo hora de que siempre que se hable de economía comunista se diga es lo justo que la economía comunista no es más que economía nazi. ¿No?


Ah, y hoy es primero de mayo.

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De todos los retratos que me han hecho este es uno de mis preferidos. El tercero de mis preferidos. Mis dos primeros retratos preferidos se los debo a Pedro Portal, y los dos los hizo una misma noche, recuerdo, noche memorable de los buenos tiempos. Algún día se los enseñaré, tal vez. Este que hoy pongo aquí creo que refleja bien mi personalidad y carácter de manera resuelta aunque algo austera como es austera la belleza de las fotografías del gran Santos Montes.


Retrato de Juan Abreu. Fotografía de Santos Montes.

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No he dicho nada del libro de Léautaud que terminé hace semanas porque no he podido. Es un libro tan real que me ha dejado mudo. A mí. Las últimas doscientas páginas es lo mejor que he leído nunca. Los libros que al final no se levantan no se ponen de pie y miran con gran desprecio por encima del lector al lector no son grandes libros. Son trucos, artificios, alardes de la inteligencia, erudición, fatuidad a fin de cuentas. Lo que me lleva a la llamada no-ficción y a Carrère. Juntando todos los libros de Carrère, por mencionar a un solo farsante, no se logra siquiera rozar la realidad y la verdad y la ausencia de ficción que uno encuentra en una página de Léautaud.

El próximo viaje a París será un homenaje a Léautaud visitaré su barrio sus calles la casa donde vivió su tumba en esta vida hay que ser agradecido.

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Despierto y es de noche y llueve y tengo el pito muy tieso. Me quedo así un poco oyendo la lluvia como cae como caía en mi infancia sobre los techos de zinc y de alguna manera es la misma me digo aunque sé que no lo es yo uno esas lluvias en mi cerebro y las hago una, confluyen en mí soy la (siempre lezamiana) confluencia. Aparto la manta y a la luz de la lluvia me miro el pito tan bello no debe haber muchos pitos tan maravillosos como el mío en el mundo. Y sigue funcionando la mar de bien como se dice qué amigo fiel el más fiel ahora que lo pienso. Cómo puedo tener un pito tan armoniosamente conformado y con tanto carácter un pito que no es un pito sino un primer cerebro siempre lo digo. Cómo puedes tener un pito tan lindo tan para comérselo me han dicho muchas mujeres y yo no he podido menos que estar de acuerdo con ellas. Esas mujeres me daban acceso a sus cuerpos (nunca lo agradeceré bastante) y entonces a su vez tenían ellas acceso a mi pito formidable y yo como siempre me esforzaba (y me esfuerzo) para que tuvieran (y tengan) el mayor placer posible y en ser lo más cariñoso posible porque sin mujeres qué sería la vida ¡el horror! y si queda algo de mí cuando esté muerto no será qué va a ser por lo que escribo o pinto sino por merecer el amor y el deseo de algunas mujeres todas las que pude pero siempre pocas, ay. Y todo eso lo pienso aquí tumbado tocándome el pito qué delicia al tacto mientras en la madrugada llueve y el sonido de la lluvia al final me va durmiendo no diré que en sus brazos pero parece que en sus brazos lo que me hace sonreír.

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“Somos sobrenaturales. Quizá seamos sobrenaturales de segundo orden. Quizá en otro planeta haya personas más inteligentes que nosotros, en cuyo caso somos de segundo orden, pero si somos más brillantes que ellos, entonces somos sobrenaturales de primer orden”.

Decía Mao y lo pongo aquí para que se tenga una idea del nivel de imbecilidad y de subnormalidad de Mao y naturalmente de los españoles que fueron maoístas en su juventud (y muchos aún lo son) y que se decían (y muchos aún se dicen) deslumbrados por el llamado pensamiento maoísta. Había que ser entonces y hay que ser aún hoy un completo imbécil y un total subnormal amén de un canalla y un mamalón integral para ser maoísta entonces y para serlo aún hoy mucho más imbécil y subnormal y mamalón integral hay que ser qué les puedo decir.

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“Los humildes son los más inteligentes; los privilegiados, los más estúpidos”, escribió Mao. Esto no es cierto y es sin duda una estupidez pero curiosamente en lo referente a los españoles que eran maoístas en su juventud o que aún son maoístas Mao tenía razón.

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Llega el libro sobre la hambruna de Mao y ya lo estoy leyendo me fascina el tema y pienso (y eso que sólo voy por la página 132) que en verdad toda persona decente debe declararse de derechas. Derechista. Todo lo que sea izquierdista o se relacione con la izquierda de cualquier manera es decir se relacione con el comunismo es decir con Mao a fin de cuentas es indecente y ninguna persona decente debe asociase con esa abyección. Que la mayoría de los seres humanos prefiera declararse de izquierdas antes que de derechas prueba de forma inapelable y definitiva que la izquierda ganó la guerra propagandística pero también prueba (no me dirán que no) que los seres humanos son básicamente basura.

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