Estampas

3027

Sigo con Simon Leys su prosa frondosa y su cerebro chispeante y tan bien leído e informado. Pero. Esa sensación de que se trata de un escritor anticuado, en el sentido de que escribe desde un mundo ajeno a la luz de la ciencia, un mundo de espaldas a la genética y al gen egoísta y a las pulidas superficies intelectuales de la tecnología. Un escritor de ideas que escribe el mundo como si todo ese conocimiento científico no existiera: ¿en qué medida puede ser tomado en serio? Me pasa con frecuencia. Hace poco, con una entrevista del periodista Espada al escritor Sánchez Ferlosio. Todo lo que decía Ferlosio nacía de su boca viejo, eran las respuestas de un hombre anticuado (no antiguo). No se pueden decir grandes profundas verdades acerca de la naturaleza humana, que es a fin de cuentas a lo que aspira todo escritor, si se ignoran frívolamente los conocimientos adquiridos por la especie.

3026

Bueno bueno. Leys y su monacal refutación de Hitchens. Toda la defensa de Leys de la Madre Teresa adolece de la pasión del converso que, ofendido, sale en defensa de la Fe. Pero la Fe su superchería y la monja oportunista, reaccionaria, y amante de la pobreza (no de los pobres) no tienen defensa. Y no hay nobleza en una mujer que negó cualquier tratamiento serio a sus pobres, pero buscó los mejores hospitales para tratarse, cuando enfermó. Un hombre culto puede creer en la superchería religiosa que quiera, pero eso disminuye su autoridad intelectual. No hay Dios. Y sí, el primer deber de un intelectual es afrontar ese desamparo y esa intemperie. Y defender la luz de la razón contra la oscuridad de las supersticiones. Lo que hace Leys, por muy bien que lo haga, no es más que poner de manifiesto su cobardía ante un Hitchens que se atreve a vivir sin muletas religiosas, solo y mortal y limpiamente.

Espero que Leys vaya a mejor, pero qué decepcionante su resentimiento anti libertario y beato contra Hitchens.

3025

Ayer día de recogimiento como dije lecturas en el jardín y ha comenzado a soplar un vientito que parece que anuncia el otoño (lejano). He dejado a un lado por el momento las novelas policiacas porque mi cerebro estaba ya algo embotado y me he puesto a leer a Simon Leys. Muy interesante. Lucido. Un poco quizás demasiado lucido hasta donde voy. Como sabemos, todo, hasta la brillantez intelectual, si se pasa de rosca empieza a criar al fondo una zona hueca. Espero que no sea el caso de Leys que por el momento cumple de manera formidable con la tarea de irme desembruteciendo.

3024

HIPERCOR. Susana Cabrerizo Mármol. Oil on canvas, 27 × 35 cms.

3023

Mañana es 11 de Septiembre y es un día de luto un día para recordar y honrar a las víctimas de los atentados de los asesinos religiosos de Alá en New York. Ese día atacaron a la Civilización Occidental (la única que existe) soldados suicidas del oscurantismo y la barbarie y se inició una guerra que no concluirá hasta que los derrotemos. No hay otra solución. Es la guerra entre lo civilizado y lo bárbaro. Con Europa para esa guerra no se puede contar, como se sabe, y de España es mejor no hablar recuerden que se trata de un país al que (asesinos religiosos de Alá) le reventaron varios trenes en plena capital y salió a la calle no a condenar a los asesinos sino a su propio gobierno democrático. España es un país donde la política envilece cualquier oportunidad de esplendor moral.

Pero. Afortunadamente, existe America y sus poderosas fuerzas armadas y así se ha ido haciendo la guerra y eliminando a los cabecillas terroristas islamistas con esos maravillosos drones a los que nunca agradeceremos bastante. El presidente Obama ha hecho un gran trabajo matando a los jefes de la chusma islamista asesina, hay que decirlo, gracias Presidente, a cada rato despertamos con la grata noticia de que uno de los cabecillas de la chusma religiosa ha reventado.

Así que mañana en nuestro jardín será un día de recogimiento, un día para recordar y un día para honrar a las víctimas del 11-S.

Nada más.

3022

Como trato de acabar de escribir una novela que tal vez pueda considerarse al final, una novela policiaca o negra, leo novelas de ese género. Me va bien cuando escribo leer cosas relacionadas con lo que escribo. Creo. He leído en los últimos meses a Lemaitre, bien, pero no es ni la mitad de lo que dicen que es. Su comandante enano no acaba de gustarme. Es enano, y Lemaitre no consigue que deje de serlo, literariamente hablando. Haga lo que haga siempre piensas al final: pobre enano. No es precisamente mi idea del héroe. He leído (y releído) a Simenon, grande y atmosférico, qué poderío de andar por casa. No es Chandler o Hammett, cierto, ¿pero quién lo es? He leído o intentado leer a Dolores Redondo, alguien me la recomendó (muy mala, a niveles rumiantes). He leído a James Patterson, que tiene una fábrica de la que le salen best sellers en tropel muy bien armados pero robóticos. También he leído a Michel Connelly, que no lo hace mal, pero su detective Bosch resulta para mi gusto demasiado sentimental y un tanto gilipollas. Y también he tratado de leer a Arthur Hailey, un libro policiaco que tiene, ambientado en Miami, pero con eso sí que no pude.

Y mi novela avanza mientras tanto lentamente.

3021

Me escribe un amable lector y vuelvo a pensar en la barbarie del islam y en que nos han lavado tan bien el cerebro los buenistas que islamófobo se ha convertido en un insulto comparable a nazi (comunista no, que los comunistas con sus cien millones de muertos a cuestas siguen siendo buenos). Pero. Lo cierto es que lo más inteligente y normal sería considerarse islamófobo, visto lo que es el islam: una religión misógina e imperialista y asesina en sus flecos más violentos. Es pavoroso cómo la civilización occidental (la única que existe) se ha dejado maniatar por su propia grasa y por su propia cobardía y no sólo acepta sino que abraza entusiasta una definición del mundo acorde a los intereses de sus enemigos. Si los intelectuales españoles y europeos, en general, no fueran tan cobardes y tan culogordos se dedicarían a difundir y defender las bondades de la islamofobia.

Pero son demasiado cobardes y demasiado culogordos, claro.

3020

Hablaba el otro día con una amiga sobre la facilidad con que en España y en Europa te acusan de islamófobo. Y ella, tan inteligente: No tengo ningún problema con esa acusación. Es verdad, soy islamófoba. ¿Qué razones puede tener una mujer occidental, laica, civilizada, cientificista y libre para no serlo? Y entonces comprendí que tenía razón. El islam es una religión bárbara y antilibertaria, misógina y retrógrada, embrutecedora y contraria a la razón, la ciencia y la civilización. Lo más lógico es sentir fobia por ella.

3019

Hay una escena en la segunda temporada de Narcos (que recomiendo mucho) en la que un agente de la DEA se encuentra a un par de bussinesman, norteamericanos como él, en el baño del aeropuerto de Medellín. Se están metiendo rayas de coca antes de abordar el avión de regreso a NY. El agente de la DEA les explica que la cantidad de droga que están consumiendo cuesta alrededor de seis vidas, y luego procede a darles una paliza. Es una gran escena. En lo que a mi persona concierne, el drogata norteamericano, español, alemán o de donde sea que consume cocaína o semejantes es tan criminal como el narco que la produce y la distribuye. Y merece que le rompan la cara, naturalmente.

3018

Viene a visitarnos nuestra Basia y qué alegría verla lo feliz que está. Hermosa como siempre y cuando se lanza al agua reluce como en una foto de Portal. Albariños y jumillas y un palo cortado de doce años nos acompañan (gracias Cristian). Boris parece sacado de una película de Herzog y le advierto que ha de cuidarla quererla y hasta mimarla porque ha tenido mucha suerte de encontrarse una mujer así libre y brillante y diáfana (la gente es tan cobarde y tan turbia) y veo que lo sabe y alzo mi copa y propongo un brindis por Boris, un hombre afortunado. Eso fue el sábado y el domingo también estuvo concurrido el jardín así que ahora que lo pienso mi fama de antisocial tal vez no esté tan justificada.

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