Estampas

2970

Pasa el domingo como pasa un pájaro por encima de un lago. Y ya al atardecer en la brisa de menta nos metemos en el agua y eres tan hermosa que no puedo quitarte los ojos de encima.

2969

Girl (Detail). Oil on canvas, 40 × 40 cms.

2968

Sí, ya sé, es enfermizo, pero compro la nueva edición de la novela de Bulgákov. Cuando me preguntan qué libro me hubiera gustado escribir siempre respondo Peter Pan, pero podría decir también, sin engañarme, El maestro y Margarita y sería lo mismo. Es una edición tan bella la última de Alianza que no puedo resistirme. ¿Cuántas ediciones tengo de este libro, ¿tres, cuatro, cinco? ¿Cuántas veces lo he leído en los últimos treinta años? (Siempre en la formidable traducción de Amaya Lacasa Sancha, claro está). ¿Diez, quince veces?

Qué obra maestra. Nunca se terminan de leer libros así.

2967

Lo de correr delante de toros, bueno, es una tradición, lo que equivale, generalmente, a oscurantismo, salvajada, estupidez y atraso. Quiero pensar que la gente se apunta a lo de los encierros por lo de beber y comer que en Pamplona se hace muy bien. Y, naturalmente, por la lubricidad ambiental que se instala en este tipo de festejo multitudinario y callejero, donde lo carnal se desplaza a un desafiante primer plano. En ese ambiente los seres humanos se atreven a ser más libres y menos hipócritas. Dicho esto, me encantan las fotos de las muchachas enseñando las tetas en las fiestas de San Fermín. Siempre y cuando sea voluntario y nadie obligue a la señorita y la señorita lo disfrute no veo por qué hay que escandalizarse por ello. ¿Se despechugan también los mozos? No lo sé, pregunto. Pues deberían. Hablo del asunto porque he leído por ahí que ya, en nombre del feminismo, intentan censurar a las hermosas muchachas en tetas; dicen las autoridades que esas imágenes degradan las fiestas. Yo no lo veo así. Esas imágenes son necesaria transgresión, sanidad, y alegría.

Es bastante siniestro que allí donde se rompen las malsanas cadenas de la represión católico-burguesa, y brota la luz tibia y desenmascarada del paganismo, de inmediato aparece la oscuridad sucia, indecente y enfermiza de la policía moral.

2966

En lo primero que pienso al despertar es en lo que tengo que hacer. Pintar y escribir, se entiende. Siempre estoy pintando y escribiendo en mi cabeza y voy seleccionando (es un decir). Hoy por ejemplo me parece que pintaré un cuadrito donde dos muchachos se chupan la polla. Es increíble que en el mundo desde el principio de los tiempos y hasta hoy y todos los días y a todas horas millones de muchachos se chupen unos a otros las pollas y que eso no aparezca apenas en la pintura. El mundo y los artistas y el arte son un insondable pozo de hipocresía y de cobardía naturalmente.

Pinto un grupo de obras a las que llamaré Friends. Porque la amistad física, aquella donde hay o puede haber sexo ocasional me parece una gran cosa y una muestra incuestionable de superioridad. El sexo con amigas y amigos es una de las cumbres de la civilización y una enorme victoria sobre el simiesco alarido ¡ese chocho es mío, esa polla es mía! que aún lanza la mayor parte de la humanidad. El monito es lento, pero gracias a mi arte y a gente como yo va progresando.

2965

Una shemale azul sobre fondo amarillo, amarillo ocre y amarillo gris claro y hasta amarillo oro viejo. Cuando apago la luz del estudio el cuadro, pequeño, refulge como una naranja en la penumbra que no es total por las luces del jardín pero sí bastante espesa. Un cuadro sin luz no existe como se sabe pero este se las arregla bastante bien y es algo digno de ver como se convierte en un rescoldo frutal.

2964

Hace unos días cenaba en casa de una amiga y conversaba con los invitados en el fresco jardín. Y la mayoría de los invitados eran catalanes y se quejaban de la enorme cantidad de dinero que se ven obligados a gastar en escuelas privadas, no porque las prefieran, sino para evitar que el régimen lave el cerebro a sus hijos y los desespañolice y catalanice en las escuelas públicas como viene haciendo desde hace muchos años. A mí me conmovió mucho escucharlos y sentí una gran simpatía por esta gente que se enfrenta al sinsentido tribal, y que a pesar del abandono de los cobardes e irresponsables gobiernos españoles, sigue luchando.

2963

Me había dicho: hoy domingo día apacible nada de trabajar leer bajo el olivo y cosas así y sobre todo estar contigo el sosiego de tenerte y el esplendor de que estés cerca. Pero. Un poco antes de media mañana tuve que subir corriendo y otra vez la sensación de que el mundo se ordena y la escritura que salía sin esfuerzo alguno a una velocidad que a mis manos les cuesta trabajo seguir y lo mejor, salía perfecta. El último capítulo de mi novela de Miami en el que Nick Santos lucha con el asesino y casi todo el trémulo final. Una buena señal, claro está, hasta que no escribo el final de un libro no estoy seguro de terminarlo. También, un poco más tarde, varias páginas de diálogos estupendos ¡qué bueno soy escribiendo diálogos! cuando Santos va a visitar a su madre. La madre de Santos vive y vivirá a lo largo de las trescientas páginas (o las que sean) de la novela se los advierto ya el mundo real es tan cruel y tan sucio que mata a las madres, en mi mundo las madres no mueren.

No fue hasta entrada la noche que la cosa se calmó y después de cenar pude ver un rato, tranquilo, la televisión.

2962

Retrato de mi padre. Oil on canvas, 50 × 50 cms.

2961

Recordé ayer por la tarde mientras leía en el balancín el libro de Rosales (al que en España pusieron un título espantoso) y me dije qué bien que las mejores novelas cubanas y también muchos de los mejores cuentos se hayan escrito en Miami o en general fuera del estercolero cubano, de la isla pavorosa se entiende; cosa lógica por otra parte porque no se pueden escribir buenas novelas ni buenos cuentos siendo un esclavo. Era esa hora mandarina y zumo vaginal en que el día se acaba mi hora preferida y yo leía apaciblemente una novelita demasiado francesa y como todo lo francés demasiado francés y a la larga petulante y el gato se sentó a mirarme y nos pusimos a hablar y estuvimos hablando un rato y ciertamente lo de conversar con seres humanos está muy sobrevalorado.

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