Estampas
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13 de junio de 2017
Estoy leyendo el libro de Imre Kertész sobre su vejez y su decadencia. La última posada, o eso dice la traducción. Un título malo pero nada que ver con el libro hasta donde voy formidable muy honesto y muy valiente. La famosa escritura de lo real que tanto me interesa la veo asomar aquí y allá, no siempre, como en Léautaud, porque en Kertész todavía hay impostura literaria y la literatura aparece y da mordiscos esporádicamente, pero aún así hay logros impresionantes en el sentido de escribir sin literatura de escribir lo real. Kertész considera el suicidio en varias ocasiones una idea que me parece aparejada de forma indisoluble a la vejez. Por la traición del cuerpo: esto ya no soy yo y te matas.
Extraños síntomas físicos. Ausencia de libido. Absoluta miseria física e intelectual. Mi vitalidad ha alcanzado el punto más bajo. Salí al balcón y calculé fríamente la distancia hasta el asfalto.
No se puede envejecer sin considerar el suicidio si te queda un poco de decencia esa es la verdad.

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12 de junio de 2017
En Jerez de la Frontera me compro una gorra que dice España. Me la pondré para ir al mercado para salir a pasear al perrito. Cuando vives en un lugar donde la palabra España ofende a la chusma y puede provocar que te agreda o te insulte es una obligación moral ponerse en la frente la palabra España.

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11 de junio de 2017
Vamos a ver pájaros. Hay que tener un amigo como Espada. Dejen de preguntarse por qué viven esas vidas miserables, sin papilas gustativas, vidas de gente común. Se los explico: hay que tener un amigo como Espada. Cuando tienes un amigo como Espada llegas a los sitios y son los mejores siempre y todo está milimétricamente organizado y además con gran clase. Lo que para un salvaje como yo es muy importante. Vamos a ver pájaros. Flamencos, moritos, fochas comunes, patos malvasía, canasteras. Nos guía Juan Martín, un muchacho alto e ilustrado y biólogo al que le brota del moverse y del hablar una sencillez que es pura decencia. Esto es España. Rastreamos los humedales. Hay una limpieza hay una laguna hay juncos hay polluelos y hay un cantar. Llegamos a Jerez de la Frontera atardeciendo y hemos de andalucear un poco hasta que llegue la hora de Aponiente. Así que vamos a ver pájaros. Porrón europeo, cigüeñela, porrón pardo, avefría, ruiseñor bastardo, jilgueros. Y a las ocho Puerto de Santa María y el mejor restaurante del mundo. Hemos venido a celebrar nuestro amor. Muchos años más a tu lado le pido a los dioses amor de mi vida. Aguiluchos laguneros, zampullín cuellinegro y zampullín común, ruiseñor bastardo, golondrinas.
Fino en rama y bebemos luces. Cielo lila.

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9 de junio de 2017
Una de las cosas que más me gusta del libro es lo de sus entretelas y sus guiños, que apreciarán los lectores muy atentos y muy comprometidos. Pasa en toda mi obra, pero aquí se manifiesta robustamente, creo. Por poner un ejemplo en Caperucita Roja el policía Santos es el policía de la novela que está escribiendo Gabriel en Pontiac. Santos es el personaje de un personaje, podría decirse. Y Gabriel, que en un relato es escritor y en otro pintor. ¿Acaso no soy yo mismo ambas cosas? Yo no soy el personaje Gabriel naturalmente pero sí que lo soy en el sentido en que soy todos mis personajes si no fuera así no podría escribirlos. No soy un escritor de esos que se sientan y van armando un libro sólo de palabras.

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8 de junio de 2017

Ya echó a volar. Con sus plumas nuevas y su pico de sangre. Con sus garras de espuma y con sus verdes ojos. Con sus nanomáquinas y su amor perdido y su narval que entona una última canción. Ya echó a volar . No está solo. Él es solo, como debimos suponer. Pero esa soledad tiene voces y el pelo crespo y una blindada obstinación. En el fondo está Miami, fundamentalmente, aunque un trozo de Europa al final. Es el libro de un exiliado, no de un emigrante qué denigrante para un cubano eso de emigrante al que se atreva a llamarme emigrante lo abofeteo. Ya echó a volar. Va hacia el bosque y allí lo aguarda el lobo feroz. Fluyan mis lágrimas dice el policía, y comienza a llover. Y pasan los hermanos escritores y pasa la madre bellísima y pasa la venganza naturalmente esa impoluta fuerza bienhechora. Para los que hablan mal de la venganza tengo dos palabras: Ilíada, Odisea. Vean como se desplaza triunfante por la pasarela con su mirada limpia y su esperanza. Ya echó a volar. Ahora estaría bien que ustedes lo dejaran anidar en vuestro corazón.

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7 de junio de 2017
En Málaga hay un Pompidou subterráneo un edificio muy interesante no esperaba ver mucho allí pero un Baselitz extraordinario. También un Tapies pavoroso (qué horror Tapies toda su obra es como una montaña de porquería) y un sublime autorretrato de Dufy (no hay pintura vieja o nueva sólo pintura cuya belleza aumenta con el tiempo) y alguna otra cosa curiosa que no esperaba encontrar por ejemplo un proyector y proyectada la figura de Ana Mendieta que se acerca a una pared y deja en ella unas marcas rojas como de sangre: demasiado melodramático y menstrual (como casi todo lo de Mendieta), la devoró el mensaje y la impostura simbólica a Mendieta, creo. Entonces me pongo a contarle a Marta que la infortunada Mendieta se lanzó o la lanzaron (yo creo que la lanzaron), desde un piso 34 en Manhattan; si se me pregunta a mí fue el marido (un escultor minimalista estreñido como todo minimalismo) quien la lanzó pero un jurado lo declaró “no culpable” así que importa poco lo que yo crea. Mendieta por otro lado debía ser bastante insoportable pero tirarla de un rascacielos es excesivo hasta para un marido escultor minimalista anglosajón. Y hablando de escultores horripilantes del edificio subterráneo Pompidou lo único que se ve desde fuera es un cuadrado de colorines que dicen que es una escultura pero si van olvídense de eso y entren todo el espacio subterráneo es muy bonito.
Dice Néstor Díaz de Villegas que los fusilamientos de Guevara y los Castro en la fortaleza cubana de La Cabaña eran obras de arte.

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6 de junio de 2017
Ha muerto la tieta María. Vamos al funeral por entre el pedregal hasta Sant Vicenç de Castellet. Era la tieta María una mujer alta y elegante y de una singular dulzura, aún evidente para alguien como yo, que la conoció poco, en las reuniones familiares, en las navideñas comidas multitudinarias. Una dulzura singular, decía, y esa dulzura acompañada de una tenue distinción aristocrática (y tenue es la mejor manera en que se manifiesta la distinción aristocrática). Una mujer formidable la tieta María. Le tocó una vida en el frente en las trincheras por usar un manido símil bélico y allí en el fragor exhibió esa paciencia que a mi juicio es la mayor de las virtudes, y un coraje amoroso y entregado. El cura va diciendo sus cosas. Hay unos apóstoles muy feos pintados detrás del altar. El olor de las flores es turbio y acompasado. Una mujer canta y su voz parece un pájaro.
Y tengo la certeza cuando termina la ceremonia y salimos otra vez al sol de que a partir de hoy habrá menos bondad y menos delicadeza en el mundo.

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2 de junio de 2017
Encuentro en mis archivos una novela corta o noveleta (como decíamos allá) en la que trabajé durante algún tiempo y después abandoné ya no recuerdo por qué. El título es formidable: Violo a domicilio. Hará las delicias de las feministas de pelo en pecho, sospecho. Va como Diosa o El reto de una pareja que explora los límites de su libertad (que siempre es libertad sexual a fin de cuentas sin libertad sexual no hay libertad verdadera porque sin libertad sexual todo queda teñido de hipocresía y de renuncia y de autocensura y de falsedad al fin) y que se divierte haciéndolo, naturalmente. Es una novela barcelonesa y es también una exploración acerca de la naturaleza de la escritura y su significado y su relación con la vida real porque el personaje masculino es un escritor y un periodista. La he estado releyendo y reescribiendo muy por encima y me gusta. En cuanto tenga listo el primer volumen de Emanaciones creo que me pondré a terminarla. Aunque con ese título será difícil que en España algún editor se atreva. Pero. El placer de escribir y sobre todo el de incordiar ya saben.
Y mañana a Málaga a ver la exposición de los maestros ingleses en el museo Picasso. Y a comer pescaditos fritos y beber Tío Pepe Palomino Fino (esa conjunción astral de teta y clítoris) todo no puede ser trabajo en la vida. ¿No?

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1 de junio de 2017
Reviso las pruebas de un libro que reúne mis mejores relatos, creo. Será un libro muy bonito visualmente hablando eso me gusta. He revisado por última vez y reescrito por última vez estos textos. Deben considerarse definitivos. El libro incluye Accidente, y estoy aliviado de no tener que volver a leer este relato que describe la venganza de un hijo pintor por la muerte de su madre en un accidente de tráfico. Lo escribí para superar (es un decir) el horror de la muerte de mi madre y es un relato perfecto sé que está mal que lo diga. Pero. Cierta vez hablando con un escritor cubano castrista soltaba sandeces de la Patria y le dije qué curioso tu patriota no has hecho lo que yo por la Patria y soltó una risita y ahí lo aplasté con gran satisfacción sí, le dije: yo apátrida y gusano y fugitivo y traidor sí y a mucha honra he escrito uno de los relatos más perfectos de la literatura cubana mientras que tú patriota premiado etcétera no has escrito nada que se le aproxime siquiera y jamás lo escribirás. A Accidente me refería claro está, y se lo dije con la gran arrogancia que me caracteriza y cerró la boca como si le hubiera propinado una bofetada (ganas no me faltaban) evidentemente había leído Accidente. A mí la literatura cubana me importa una mierda, terminé. Y sin embargo uno de los relatos más perfectos de esa literatura. Ya ves.
Pero lo que quería decir es que siento un enorme alivio ya no tengo que volver a leer Accidente. Es demasiado duro demasiado doloroso para mí y la cosa no amaina con el tiempo.

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31 de mayo de 2017
Yo hay mujeres que las conozco hace tiempo pero nunca las he visto. Con los ojos primero, quiero decir. Las he visto y las veo siempre primero con el pito. Siempre con el pito primero, nunca con los ojos primero. Algunas son amigas y las quiero (Pat, Virginia) y algunas son mujeres brillantes y las admiro (Cayetana) y otras son gente que uno conoce y poco más. Pero a todas las une este mirarlas mío primero con el pito. No sé si a ustedes les pasa. Pero hay mujeres que exigen una aproximación fálica mujeres que tienen algo el tono de la voz a veces, o a veces el olor yo he conocido mujeres que físicamente no son gran cosa pero olerlas aunque sea de pasada al saludarlas o de cualquier forma y alegrárseme el pito es lo mismo. Yo soy muy de olores, sí. Miren que me gustan los chochos pero algunos es olerlos y quitárseme las ganas de comérmelos o de lo que vaya a hacer. Me los como de todas formas, eso sí, porque el coño y su dueña siempre van primero para mí, si me hacen el honor de meterse en la cama (es un decir uno folla dondequiera) conmigo. Digo esto porque no sé si a las mujeres les pasará lo mismo que a mí, eso de ver primero con el pito. Así que desde aquí pregunto a mis apreciadas amigas y lectoras y a todas las que pasan por aquí alguna vez ¿les pasa eso de ver a algunos hombres con el coño primero o con el coño por delante, como quien dice?












