Estampas
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Miércoles, 21 de mayo de 2025
“Todos los personajes reales de esta novela han sido inventados. Sólo los inventados son reales”.
Sigo con Gospodínov

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Martes, 20 de mayo de 2025
Cuando me levanto turbio o apesadumbrado como hoy salgo al jardín levanto la cabeza y pienso que bajo ese mismo cielo cantó Homero y Aquiles desenfundó su espada.

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Lunes, 19 de mayo de 2025
Para los escritores y para la especie en general, la muerte es un gran tema, tal vez el Gran Tema; por lo demás, nunca nos traiciona como suelen hacer el amor o la esperanza: desde el principio con la muerte todo es claro, cierto y preciso: sabemos que al final siempre acabará matándonos.

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Domingo, 18 de mayo de 2025
Hoy, sol.
Y después de tomar el sol jamón del bueno y un vinillo amarillo del Garraf, uva charelo, espléndido. Tomen nota: la uva charelo es una variedad de cepa blanca, fruto del cruce de la variedad andaluza hebén y de la variedad francesa brustiano faux. Su nombre proviene del italiano “sciarello”, que significa clarete, para referirse a los vinos tintos de poco color.
A las seis salgo a caminar con el Beni y al regreso me pongo a leer un librito de cuentos de Gospodínov. Sigo con Gospodínov. Hasta donde voy, página 101, cosas menores, reunidas porque Gospodínov devino Gospodínov, supongo. Algunos ingeniosas, al menos una formidable: El alma navideña de un cerdo.

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Sábado, 17 de mayo de 2025
Venía del mercado y al tomar la rotonda que me lleva a casa veo el parque al que traigo al perrito y me sobresalto porque tengo la sensación y más que sensación convicción de que estoy viéndolo por primera vez. Es un parque al que vengo mucho casi a diario y que conozco bien cada banco cada recodo cada árbol cada sendero pero hoy lo he visto por primera vez.
Ya sé que son cosas de mi cerebro pero no entiendo qué propósito puede tener que haga eso. Y me provoca un enorme desasosiego pensar que tal vez sea una manera de anunciarme que algún día me traicionará del todo y no reconoceré nada y todo lo veré una vez tras otra por primera vez y que el mundo se hará para mí un lugar mortalmente extraño.

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VIernes, 16 de mayo de 2025
Descubro a Gueorgui Gospodínov, un escritor búlgaro, leo su El jardinero y la muerte, que es una especie de diario de la enfermedad (cáncer) y muerte de su padre. Mi padre era jardinero, ahora es jardín, así comienza Gospodínov su libro y no me dirán que no es un buen comienzo.
El jardinero y la muerte tiene sus altibajos y en ocasiones, hacia el final, se torna demasiado sentimental para mi gusto; pero me ha interesado lo suficiente para querer leer otros libros de Gospodínov. Siento una emoción especial cuando encuentro un buen escritor del que no sabía nada. Es la emoción de hallar una nueva forma de ver el mundo a través de los grandes ojos abiertos de las palabras. La mayoría de los escritores no consigue que las palabras abran los ojos y con los ojos cerrados las palabras son sólo signos. Pero. Algunos lo logran. Creo que Gospodínov es uno de ellos.

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Jueves, 15 de mayo de 2025
El jardín sigue luciendo su verde más húmedo pero las flores se han secado. Excepto las de la lavanda. Qué hermosa palabra lavanda. Pensándolo bien, la mayor diferencia entre la vida y la muerte es que la vida está llena de agua y la muerte es pura sequedad.
Son casi las cinco y he leído un par de horas y ahora saldré a pasear con el perro.

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Miércoles, 14 de mayo de 2025
Escribiendo mi Vida de perro el cáncer de mi perrita Tai se entremezcla con el cáncer que mató a mi padre. Va saliendo, no es algo planeado nunca planeo nada o muy poco cuando escribo. En la reescritura final ignoro si esto quedará depende de cómo suene, escribo de oído como he dicho. Creo que de lo escrito puede concluirse que la muerte unifica lo amado y perdido y que el amor por su parte también unifica, pero menos, en una categoría inferior, digamos, porque al final la muerte nos lo arrebata.

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Martes,13 de mayo de 2025

“El mundo real y el literario son cosas diferentes, por desgracia. La escritura no es la realidad, y nunca lo será. La literatura nos permite enfrentarnos, de la mejor manera posible, creo, a la extinción, la perdida de los seres queridos, y a la falta de sentido de la vida. Escribí Debajo de la mesa para impedir que el negro agujero del tiempo se tragara por completo a los seres que amé. Sé que es imposible, que se trata de una batalla perdida. Pero, como bien decía el poeta Lezama, lo que importa es la trayectoria de la flecha, no alcanzar el blanco.”

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Lunes, 12 de mayo de 2025
Cuando hablo de ser de palabras, aclaro, no me refiero a que mi obra (perdonen la pomposidad) trascienda como se dice ni nada por el estilo, hablo de convertirme en algo vivo, pero de palabras, algo tan perfecto y hermoso que no acierto a concebirlo a pesar de mi enorme imaginación.
