Estampas
2911
Karl Lagerfeld ha estado con sus lagartijas en La Habana. Alguien del mundo de la moda, hace como un año, me aseguró que Lagerfeld había muerto en Milán de tantas operaciones para estirarse la cara (ya nadie distinguía entre su cara y su ano), pero que los Castro mandaron a Bartolo a resucitarlo mediante el famoso método de la tercera pata, que según el Papa Francisco (si lo sabrá él) es milagroso. Pero yo no me lo creo. ¿Por qué iba a meter Bartolo su portentoso órgano, verga o tercera pata en el culo flácido, esmirriado, pellejudo y descolorido del famoso modisto?
Aunque, pensándolo bien, tal vez ese sea el motivo por el que Lagerfeld ha ido a Cuba, porque le debe la vida a los Castro. Sí, podría ser. Cosas más raras se ven en la alta política.
Pero hablemos de asuntos importantes, he comprado tinta roja para las aguadas el plan es combinarla con la tinta negra a ver qué sale. Ayer ya de noche estuve probando pero fue un desastre y lo rompí todo. Y mirando los ripios de papel tirados en el suelo, por cierto, pensé apenado que a Lagerfeld si es verdad que lo resucitó Bartolo con su milagrosa tercera pata le habrá quedado el culo como unos zorros.

2910
No pinto nada que no haya vivido y ayer haciendo aguadas a media tarde frente al jardín donde la luz cimbraba como una teta joven pensaba qué bien te lo has pasado. Los buenos tiempos fueron en verdad formidables y nadie ha sido más libre que yo me digo mientras trato de fijar a mis niñas deliciosas en el agua pero apenas es posible retener nada ni siquiera el arte es capaz pero aquí estoy y aunque sea un acorde de aquella música que teníamos permanecerá.

2909
Dibujo varios interiores es difícil captar esa neblina de la que les hablaba con líneas, así que lo que trato es de disponer los espacios donde irán las figuras y la forma en que se instalan sus volúmenes en el fluir y así tener más o menos una guía para los cuadros. Creo ver algunos de los protagonistas de las aguadas en esos interiores cual rescoldos que se van pintando en mi cabeza que es donde mejor pinto, claro. Debo conseguir que en la atmósfera de los cuadros haya un temblor cosa casi imposible de lograr como es evidente para cualquiera que pinte o sepa algo de pintura. Pero lo intentaré a ver qué pasa como siempre confiado en mi considerable talento y en mi infinita obstinación que viene a ser el noventa por cierto de eso que llamamos talento. Por otro lado, ahora lo que me gustaría exhibir es una selección de las aguadas acompañadas de un texto que he escrito y que me gusta mucho y que se llama precisamente Los buenos tiempos. A ver si aparece alguna galería interesada en mi gracia y en mis temas gozosos.

2908
La llamada realidad tiene una apariencia como saben pulida y de alta definición y una superficie inapelable podríamos decir. Pero. De un tiempo acá comprendo cada vez mejor que hay algo más en ella un desprendimiento una decantación. Quiero decir que descubro un carácter vaporoso a veces en esa supuesta materia compacta y cada vez percibo mejor ese carácter y creo que será interesante pintarlo. Ya he empezado esa es la verdad a pintar figuras algo neblinosas en interiores profusos y opacos: la luminosidad que busco es como una secreción. Si hubiera que definir esta pintura (veremos, claro está, si sale bien si estoy complacido con ella y si decido al final conservarla) en el futuro podría decirse que es una pintura que busca fijar, y naturalmente de esa forma retener de alguna manera, la neblina del acontecer.

2906
Veo en la televisión que Paco Ibáñez va a cantar en Madrid, está mayor Ibáñez y ya (como Serrat) ni canta ni nada y es una pena que haga nuevas versiones con la no voz de ahora de sus grandes canciones que cantó con aquella portentosa voz que tenía. Las arruina. Pongo a Ibáñez en el concierto del Olympia en 1969. Es uno de los grandes momentos de la canción española. Están los de Serrat con Machado y Hernández y está el de Mayte Martín con Alcántara. Habrá más, seguro, pero mi ignorancia. Por cierto he leído la poesía de Alcántara después de escuchar las canciones de Martín y las canciones de Martín mejoran la poesía de Alcántara. Que pensé que era mejor, francamente, lo que me entristeció. Pero ese es otro tema. A Ibáñez en el Olympia de París lo pongo mientras pinto y me emociona. Excepto cuando canta a Alberti un poeta menor y lleno de confeti.

2905
He de reconocer que por ahora, disfruto más haciendo las aguadas que pintando al óleo. Tiene que ver con el medio, claro, pero también con la circunstancia. Las aguadas las pinto sentado en un rincón del estudio, a mí como al gato me gustan los rincones y los escondrijos (de ahí vendrá mi fascinación por meter la cabeza entre unas grandes tetas, supongo). Las aguadas son más relajadas además, el azar lo es todo y si no sale rompo la hoja de papel y cojo otra. Lo de la tela y el óleo es todo más complicado. Sin embargo el agua. El agua nos limpia el agua es lo más bello, ¿no? El gato anda por el jardín pero cuando me ve ahí sentado detrás del cristal entra en la casa y viene y se encarama en la mesa donde trabajo. Se queda mirando el movimiento del pincel y luego alza sus grandes ojos amarillos preciosamente insconcientes y me mira. No es verdad que los humanos sean la mejor compañía.

2904
Y hablando de vulgaridad y degradación supongo que han visto el video de dos follando que anda por ahí. Follando en plena calle en La Habana en una calle céntrica de La Habana rodeados y jaleados por la multitud. Es el triunfo absoluto de la subhumanidad. Ya esa isla es una isla de subhumanos y ese video es la prueba irrefutable de que el castrismo ha llegado a la cúspide del proceso de incivilización e involución humana que es el castrismo. Algunos han querido hacer literatura con el espectáculo, a todas luces denigrante, y que si es un acto de rebeldía y bla bla bla. Pamplinas. Esos dos subhumanos follando tirados en el suelo en plena calle ¡y los que les rodean! son el retrato perfecto y más fiel del castrismo y de la cubanidad hoy.
Siempre he contemplado con un regocijado espanto el descenso de la llamada Revolución Cubana a las fosas de su bajeza abisal y siempre me he preguntado ¿llegará algún día al fondo? Ahora puedo decir que sí, que ha llegado al fondo y en ese fondo hay dos subhumanos grotescos follando en la calle.

2903
A veces me detengo a mirar las paredes de la casa llenas de fusilados de los Castro. Antes tenía otros cuadros colgados pero los he ido quitando, los fusilados de los Castro lo han invadido todo y reinan. Es un espectáculo vivificante, contra lo que pudiera imaginarse. Este es mi mayor triunfo, creo. Uno los ve tan llenos de color y mirándote como te miran confiados (llenos de una confianza de la que carezco). Llevo más de dos años ya pintándolos y he gastado mucho tiempo (y dinero, pintar es carísimo) en mi 1959 para que ese año, 1959, quede en la historia del arte cubano, como sinónimo de crimen y de crueldad y como lo que es en verdad: fecha del comienzo de todos nuestros males miserias padecimientos y abyecciones.
Quién iba a decir a los cubanos (quedan excluidos los cubanos de menos de cincuenta años ya completamente fidelizados y sin recuerdos de un país libre) que llegarían a añorar a un Batista y a desear que no hubiera sido derrocado. Mil veces, qué digo, un millón de veces mejor la Cuba batistiana, un millón de veces mejor un dictadorzuelo ladrón y criminal pero a fin de cuentas trivial que la perfecta máquina de horror, vulgaridad y degradación física y moral que han instaurado los Castro.

2902
Trece retratos me quedan por pintar. Quiero decir que esas son las fotografías de fusilados de los Castro que me quedan. Hay cientos, miles de fusilados más, pero no tengo sus fotos, desgraciadamente. Confío en que vayan llegando algunas, pero me temo que será imposible pintar a la mayoría de los fusilados del fidelismo. Los dos grandes proyectos del fidelismo han sido borrar sus crímenes de la historia de Cuba e invadir Miami de castristas hasta convertirla en una especie de sucursal de la dictadura y sobre todo convertirla en una fábrica de dólares destinados a la dictadura. En ambos proyectos ha salido airoso, hay que reconocerlo.
