Estampas
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7 de septiembre de 2017
Alguien debería darle una medalla a ese hombre. Qué firmeza, cómo ha aguantado estólido. Qué Nadal qué Contador qué Muguruza qué Belmonte. Eso es un campeón. Quince horas de Golpe de Estado televisado en el país del que es Presidente de Gobierno y él ¡sin pestañear! Inmutable. (¿Dormido quizás?) Impávido. Eso es un number one. Alguien debería darle una medalla a ese hombre. Quince horas. Televisado. En el país del que es Presidente de Gobierno. Golpe de Estado. Burla absoluta y humillación total y robo descarado a los ciudadanos españoles a los que él está obligado a defender y amparar de sediciosos y golpistas y ¡sin pestañear! Alguien debería darle una medalla a ese hombre. Qué Nadal qué Contador qué Muguruza qué Belmonte. Lo que ha hecho ese hombre tiene que ser un récord mundial no hay dudas es algo que está al alcance de muy pocos. Ese mirar hacia otro lado, ese desentenderse de sus obligaciones (sin dejar de cobrar y dormitar ¡todo a un tiempo!) ese saber estar inasequible a la burla o al escarnio ese desprecio por los españoles ese tragar sin medida ni límites ese hundir en la indecencia a los ciudadanos que representa. ¡Quince horas! ¡Golpe de Estado! ¡Televisado! ¡En directo! Qué Nadal qué Contador qué Muguruza qué Belmonte… Alguien debería darle una medalla a ese hombre.

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6 de septiembre de 2017
Estoy leyendo las Memorias de Jean François Revel. Qué libro delicioso y qué hombre valiente y qué pensamiento desmarcado y qué honestidad pertinaz. Y un gran libertino además, Revel, gran amante de las mujeres un gozador. Voy por la vida contada de Revel y en el jardín las tardes grises y disfruto mucho y sobre todo aprendo.
“No hay cultura, sólo hay personas cultas. No hay una cultura general, fuera del individuo, como no hay un arte del piano en abstracto, sin pianistas. Una cultura muere cuando desaparecen quienes la encarnan, y no me refiero a una institución oficial, sino a la originalidad única de la sensibilidad del individuo, de su inteligencia”.
Podría decirse también esto de la democracia, no hay democracia sólo demócratas y muere la democracia cuando mueren quienes la encarnan, me digo entonces. Y dejo el libro un momento y levanto la cabeza ¿y no son esos que veo allá afuera los estertores de la moribunda democracia española?

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5 de septiembre de 2017
La llamada soberanía de los pueblos es una estafa, no nos dejemos engañar. Hay sociedades superiores, más civilizadas y si esas sociedades se hacen cargo de otras más primitivas e incivilizadas, es lo mejor que puede pasar. Véase Hispanoamérica gracias a Colón, gracias a los españoles. Todo hispanoamericano debería todas las mañanas al levantarse dar gracias a Colón. Ninguno de nosotros existiría sin Colón. Cuba es un buen ejemplo del carácter siniestro y a fin de cuentas fecal de la llamada soberanía de los pueblos. Mientras estuvo gobernada por España o tutelada más o menos por USA, la isla progresaba, en cuanto cayó en manos indígenas, es decir cubanas, en nombre de la llamada soberanía de los pueblos, todo se malogró. Más de medio siglo de dictadura y de hambre y abyección es lo que nos ha traído la llamada soberanía de los pueblos. Siempre lo digo, ay, si en 1762 se hubieran quedado los ingleses, ay, si hubieran ganado la guerra los españoles, ay, si se hubieran quedado los norteamericanos y hubieran convertido la isla en territorio norteamericano o al menos en estado libre asociado o lo que fuese. Ahora seríamos libres y prósperos bajo tutela norteamericana y viviríamos en paz. Esto nadie con cerebro puede negarlo.
Cuando alguien en el lugar donde vivas empiece a hablar de la soberanía del pueblo, ármate, o comienza a hacer las maletas.

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4 de septiembre de 2017
No hubo genocidio español en Hispanoamérica cualquier persona informada sabe eso, todo lo contrario. Colón trajo la civilización occidental y nos trajo el idioma español ya por eso deberían estar agradecidos y hacerle una estatua inmensa en todas las capitales de Hispanoamérica y celebrar con grandes alharacas la llegada de Colón. No estaría mal un poco de agradecimiento. Pero. Han suprimido en Los Ángeles el Día de Cristóbal Colón. Sin Colón los salvajes que habitaban los territorios a los que llegó Colón y a los que llegaron los españoles seguirían comiéndose entre ellos y esclavizándose entre ellos y adorando al Dios Sol o sacrificando adolescentes o alguna atrocidad por el estilo. Esa es la innegable verdad. Colón llevó al llamado nuevo mundo el progreso y la civilización ¡y el grandioso idioma español! (no me canso de repetirlo) a los habitantes primitivos y salvajes de aquellas regiones que hoy son Hispanoamérica. El único genocidio documentado es el de genocidas aztecas, ya que quieren hablar de genocidios.
Pero. En Los Ángeles. Contra Colón. La estupidez humana es inexpugnable y avanza inexorablemente.

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3 de septiembre de 2017

De Noruega me gustó la luz que es una luz pasada por una gasa, y los horizontes de agua inquebrantable y algunas mujeres no había muchas, tres o cuatro de cada cien calculé yo, pero que cuando aparecían entre el común gentío yo pensaba (es la mejor manera de explicarles la impresión que me causaba la belleza de esas mujeres) yo pensaba podría estar comiéndole el coño a una mujer así un mes entero ininterrumpidamente. Ininterrumpidamente. Con pocas mujeres uno piensa eso. Después me gustaron mucho los munchs y el vuelo de las águilas en los bordes del mar acristalado y una cerveza la del oso en la granja por el camino que bordea la costa pasando Nordmela, y otros mínimos y solitarios humanos asentamientos. Íbamos a un lado los profusos bosques y al otro las pesadas aguas y de pronto donde menos podría esperarse encontrábamos coches sobre la hierba al borde de la carretera, pero nunca se veía a nadie, y eso producía cierto estupor. Qué hará la gente aquí en invierno me preguntaba una y otra vez. Esto es lo que me gustó de Noruega y las miríadas de pequeñas gambas y un vino alemán y el edificio de la ópera y la luz del capitalismo que es muy limpia en Noruega y alguna cosa más pero tal vez lo que más me gustó es que casi todo el tiempo que estuve allí podía percibir con mayor nitidez de lo habitual la infranqueable barrera que separa mi mundo de palabras del verdadero mundo, y eso en vez de acrecentar mi sensación de derrota extrañamente me procuraba un no sé qué triunfal.

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2 de septiembre de 2017
Bajo la ducha ya enjabonado y todo me viene a la cabeza una pregunta. ¿Soy un sudaca o soy un charnego? Así de pronto. Yo pensaba que era un sudaca, claro, pero ¿y si soy un charnego? Charnegos son los que vienen a trabajar de otras regiones de España a Cataluña. Yo he trabajado mucho en Cataluña diez libros ya por ahora, y un cubano es básicamente un español así que de alguna manera, me dije, soy un español que vino de otra región de España (que es lo era Cuba hasta 1959, y digo era porque ya sé que ahora es más un estercolero que un país) a Cataluña; en consecuencia tal vez no soy enteramente un sudaca sino también al menos un poco un charnego. ¿Charnego o sudaca? Mientras me ducho. ¿O ambos? ¿Sudacacharnego? ¡Sudacacharnego! La verdad es que suena muy bien eso de sudacacharnego. ¿No?

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1 de septiembre de 2017
Hombre, creo que los medios y eso se están pasando un poco con Tramposo, digo Trapero. El jefe de los mossos hizo lo que tenía que hacer. Es verdad que recibió mil avisos (se ha sabido ahora que hasta la vecina del cuarto segunda le dijo el día, y la hora incluso, del atentado en La Rambla). También la CIA mandó recado de que los musulmanecos del planeta AláBummm iban a matar en La Rambla. Pero. Seamos serios. ¿A quién iba a hacer caso Tramposo, digo Trapero, a la CIA etcétera o a Wifredo el Velloso? Seamos serios. Tramposo, digo Trapero, cumplió con su deber de xarnego fascinat (Santiago González dixit) y su deber era, no nos confundamos, obedecer a Wifredo el Velloso. ¿Y qué ordenó Wifredo el Velloso. Pues Wifredo el Velloso ordenó no hacer caso a los avisos. Infundios de los españoles siempre envidiosos de Cataluña, hombres menguados, muertos de hambre españoles que desconocen la excelencia del ser catalán y que desconocen la perfección del ser catalán y siempre están tratando de perjudicar lo catalán. ¡Pero cómo se atreven a darnos avisos! Exclamó Wifredo. ¡El patriota catalán es infalible es superior no necesita avisos de nadie! Y Tramposo, digo Trapero, obedeció a su Dios, Wifredo el Velloso. ¡Naturalmente! Así como los musulmanecos del Planeta AláBummm obedecieron al suyo asesinando a paseantes en La Rambla. Qué iba a hacer el pobre hombre. Es un patriota catalán y tiene su Fe. Así que no le caigan en grupo a Tramposo, digo Trapero. Tramposo, digo Trapero, sólo se debe a su Dios, a Wifredo el Piloso. ¡A Catalunya!
¡Avisos a nosotros! Lo que hay que aguantar.

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31 de agosto de 2017
Llovía cuando abrí los ojos todavía de noche ya no duermo tan bien como antes aunque todavía muy bien. Una lluvia más bien pequeña y entraba su vaharada. Tenía el pito tieso y ganas de orinar pero permanecí tendido algún tiempo no sabría decir si segundos o minutos oyendo llover. Y recordé que una vez conversando con un amigo que no duerme padece de insomnio y sufre le pregunté por qué no duermes ¿te preocupa algo? me preocupa todo siempre hay algo que lo preocupa a uno ¿no?; será que a mí no me preocupa nada verdaderamente por eso duermo tan bien respondí yo y era bastante probable que estuviera diciendo la verdad. Recordé eso y después me levanté y vi las ramas del olivo flamear como suelen a esa hora y cuando terminé de orinar volví a la cama y me dormí enseguida.

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30 de agosto de 2017
Los dos principales partidos políticos españoles, PP y PSOE, han preferido siempre y hasta el día de hoy, aliarse con los nacionalistas vascos o catalanes, que gobernar unidos por el bien de los españoles. Lo han hecho contra los intereses de los ciudadanos españoles. Estas alianzas con los nacionalistas catalanes y vascos han provocado la entrega de competencias básicas para la igualdad y la libertad de los ciudadanos españoles y para la unidad de España, a los partidos nacionalistas catalanes y vascos. Partidos antiespañoles, eso nadie lo discutirá. Es posible que en las dos primeras décadas de vida democrática española, PP y PSOE albergaran honestas esperanzas respecto a la fidelidad a España, de los nacionalistas catalanes y vascos, pero transcurrido ese tiempo, a no ser que los dirigentes de ambos partidos fuesen prácticamente subnormales, esa presunción es indefendible. Lo sabían. Sabían que los nacionalistas vascos y catalanes eran, esencialmente, enemigos de España, y sabían que trabajaban contra España y contra los ciudadanos españoles, a los que consideraban (y consideran) inferiores; y sabían además que con cada competencia crucial (educación, seguridad) transferida a los nacionalistas antiespañoles vascos y catalanes debilitaban la unidad de España. No cabe otra conclusión. Lo sabían. Pero continuaban pactando y cediendo parcelas de poder español a sus enemigos vascos y catalanes. ¿Irresponsabilidad? ¿Ambición? ¿Mediocridad? ¿Desidia? Tal vez. Pero yo creo que la palabra que mejor describe este contubernio de los políticos del PP y el PSOE con los nacionalistas antiespañoles catalanes y vascos, es la palabra traición.

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29 de agosto de 2017
El padre del niño asesinado abraza al imán. ¿A qué se dedica el imán? A meter en el cerebro (no en el alma, que no existe) de los niños y de los jóvenes y de todo el que le caiga delante, imbecilidades oscurantistas anticientíficas que anteponen un supuesto ser todopoderoso e inexistente al orden civilizado, laico y humanista dictado por la razón. A separar a los ciudadanos entre musulmanes e infieles, se dedica el imán. A establecer que las mujeres son inferiores y putas provocadoras de nacimiento si no se tapan debidamente, se dedica el imán. Veo en los periódicos al imán abrazado al padre del niño asesinado en La Rambla por religiosos musulmanes. Es una imagen grotesca. Esa imagen es el símbolo del oscurantismo triunfante, del laicismo y la civilización rendidas al atraso del islam. Abrazar al imán es admitir y condonar su tarea embrutecedora. También trivializar y enternecer, por motivos políticos, el crimen religioso cometido en La Rambla. Si el imán es tan ignorante como para creer las estupideces en las que cree, bien, es su cerebro y su vida. Pero no hay que conceder, en nuestra sociedad civilizada, autoridad moral a su oscurantismo. Sus creencias son lo opuesto de nuestra civilización, son el regreso a la oscuridad de lo irracional, y nuestro deber como ciudadanos libres es combatir la oscuridad de lo irracional y procurar que avance de la manera más expedita posible la verdad de la ciencia y la luz de la razón.












