Estampas

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7 de junio de 2017

En Málaga hay un Pompidou subterráneo un edificio muy interesante no esperaba ver mucho allí pero un Baselitz extraordinario. También un Tapies pavoroso (qué horror Tapies toda su obra es como una montaña de porquería) y un sublime autorretrato de Dufy (no hay pintura vieja o nueva sólo pintura cuya belleza aumenta con el tiempo) y alguna otra cosa curiosa que no esperaba encontrar por ejemplo un proyector y proyectada la figura de Ana Mendieta que se acerca a una pared y deja en ella unas marcas rojas como de sangre: demasiado melodramático y menstrual (como casi todo lo de Mendieta), la devoró el mensaje y la impostura simbólica a Mendieta, creo. Entonces me pongo a contarle a Marta que la infortunada Mendieta se lanzó o la lanzaron (yo creo que la lanzaron), desde un piso 34 en Manhattan; si se me pregunta a mí fue el marido (un escultor minimalista estreñido como todo minimalismo) quien la lanzó pero un jurado lo declaró “no culpable” así que importa poco lo que yo crea. Mendieta por otro lado debía ser bastante insoportable pero tirarla de un rascacielos es excesivo hasta para un marido escultor minimalista anglosajón. Y hablando de escultores horripilantes del edificio subterráneo Pompidou lo único que se ve desde fuera es un cuadrado de colorines que dicen que es una escultura pero si van olvídense de eso y entren todo el espacio subterráneo es muy bonito.


Cortesías

Dice Néstor Díaz de Villegas que los fusilamientos de Guevara y los Castro en la fortaleza cubana de La Cabaña eran obras de arte.

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6 de junio de 2017

Ha muerto la tieta María. Vamos al funeral por entre el pedregal hasta Sant Vicenç de Castellet. Era la tieta María una mujer alta y elegante y de una singular dulzura, aún evidente para alguien como yo, que la conoció poco, en las reuniones familiares, en las navideñas comidas multitudinarias. Una dulzura singular, decía, y esa dulzura acompañada de una tenue distinción aristocrática (y tenue es la mejor manera en que se manifiesta la distinción aristocrática). Una mujer formidable la tieta María. Le tocó una vida en el frente en las trincheras por usar un manido símil bélico y allí en el fragor exhibió esa paciencia que a mi juicio es la mayor de las virtudes, y un coraje amoroso y entregado. El cura va diciendo sus cosas. Hay unos apóstoles muy feos pintados detrás del altar. El olor de las flores es turbio y acompasado. Una mujer canta y su voz parece un pájaro.

Y tengo la certeza cuando termina la ceremonia y salimos otra vez al sol de que a partir de hoy habrá menos bondad y menos delicadeza en el mundo.

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2 de junio de 2017

Encuentro en mis archivos una novela corta o noveleta (como decíamos allá) en la que trabajé durante algún tiempo y después abandoné ya no recuerdo por qué. El título es formidable: Violo a domicilio. Hará las delicias de las feministas de pelo en pecho, sospecho. Va como Diosa o El reto de una pareja que explora los límites de su libertad (que siempre es libertad sexual a fin de cuentas sin libertad sexual no hay libertad verdadera porque sin libertad sexual todo queda teñido de hipocresía y de renuncia y de autocensura y de falsedad al fin) y que se divierte haciéndolo, naturalmente. Es una novela barcelonesa y es también una exploración acerca de la naturaleza de la escritura y su significado y su relación con la vida real porque el personaje masculino es un escritor y un periodista. La he estado releyendo y reescribiendo muy por encima y me gusta. En cuanto tenga listo el primer volumen de Emanaciones creo que me pondré a terminarla. Aunque con ese título será difícil que en España algún editor se atreva. Pero. El placer de escribir y sobre todo el de incordiar ya saben.

Y mañana a Málaga a ver la exposición de los maestros ingleses en el museo Picasso. Y a comer pescaditos fritos y beber Tío Pepe Palomino Fino (esa conjunción astral de teta y clítoris) todo no puede ser trabajo en la vida. ¿No?

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1 de junio de 2017

Reviso las pruebas de un libro que reúne mis mejores relatos, creo. Será un libro muy bonito visualmente hablando eso me gusta. He revisado por última vez y reescrito por última vez estos textos. Deben considerarse definitivos. El libro incluye Accidente, y estoy aliviado de no tener que volver a leer este relato que describe la venganza de un hijo pintor por la muerte de su madre en un accidente de tráfico. Lo escribí para superar (es un decir) el horror de la muerte de mi madre y es un relato perfecto sé que está mal que lo diga. Pero. Cierta vez hablando con un escritor cubano castrista soltaba sandeces de la Patria y le dije qué curioso tu patriota no has hecho lo que yo por la Patria y soltó una risita y ahí lo aplasté con gran satisfacción sí, le dije: yo apátrida y gusano y fugitivo y traidor sí y a mucha honra he escrito uno de los relatos más perfectos de la literatura cubana mientras que tú patriota premiado etcétera no has escrito nada que se le aproxime siquiera y jamás lo escribirás. A Accidente me refería claro está, y se lo dije con la gran arrogancia que me caracteriza y cerró la boca como si le hubiera propinado una bofetada (ganas no me faltaban) evidentemente había leído Accidente. A mí la literatura cubana me importa una mierda, terminé. Y sin embargo uno de los relatos más perfectos de esa literatura. Ya ves.

Pero lo que quería decir es que siento un enorme alivio ya no tengo que volver a leer Accidente. Es demasiado duro demasiado doloroso para mí y la cosa no amaina con el tiempo.

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31 de mayo de 2017

Yo hay mujeres que las conozco hace tiempo pero nunca las he visto. Con los ojos primero, quiero decir. Las he visto y las veo siempre primero con el pito. Siempre con el pito primero, nunca con los ojos primero. Algunas son amigas y las quiero (Pat, Virginia) y algunas son mujeres brillantes y las admiro (Cayetana) y otras son gente que uno conoce y poco más. Pero a todas las une este mirarlas mío primero con el pito. No sé si a ustedes les pasa. Pero hay mujeres que exigen una aproximación fálica mujeres que tienen algo el tono de la voz a veces, o a veces el olor yo he conocido mujeres que físicamente no son gran cosa pero olerlas aunque sea de pasada al saludarlas o de cualquier forma y alegrárseme el pito es lo mismo. Yo soy muy de olores, sí. Miren que me gustan los chochos pero algunos es olerlos y quitárseme las ganas de comérmelos o de lo que vaya a hacer. Me los como de todas formas, eso sí, porque el coño y su dueña siempre van primero para mí, si me hacen el honor de meterse en la cama (es un decir uno folla dondequiera) conmigo. Digo esto porque no sé si a las mujeres les pasará lo mismo que a mí, eso de ver primero con el pito. Así que desde aquí pregunto a mis apreciadas amigas y lectoras y a todas las que pasan por aquí alguna vez ¿les pasa eso de ver a algunos hombres con el coño primero o con el coño por delante, como quien dice?

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30 de mayo de 2017

Cae una lluvia fina y despierto con la polla tiesa y apenas puedo ver el olivo de lo gris que todo está. Estas mañanas grises me ponen siempre frente al gran tema filosófico ¿chupas o que te la chupen? no hay nada más trascendente para un hombre o para cualquier ser humano estoy convencido así Shakespeare la palabra chupar se borraría accidentalmente de los viejos papeles y algún intelectual que andaba por allí escribió ser donde estaba escrito chupar, de ahí la confusión y que todo el mundo crea que Shakespeare escribió ser o no ser cuando en realidad escribió chupar o no chupar he ahí la cuestión. Sólo un intelectual, digamos alguien como Manuel Rivas más conocido como El LLorica del Terruño porque se emociona y lloriquea ante cualquier florecilla de su terruño natal o cualquier galleguería en general puede pensar otra cosa.

Véase que medito sobre grandes asuntos al despertar con la polla tiesa antes de levantarme me pongo filosófico no lo puedo evitar sobre todo estos días grises. Y ya en asuntos filosóficos Camus se equivocaba el único tema filosófico importante no es el suicidio es si chupas o te la chupan. El placer es el orden y el supremo sentido de las cosas.

Voy al baño y me lavo la boca y la cara y trato de orinar pero no tengo ganas es decir que sigo con la polla tiesa pura filosofía no es de ganas de orinar. El perrito espera siempre a que me levante y baja conmigo a la cocina y ahí está sentado mirándome mientras preparo el té, tengo un amigo Espada que piensa que una cosa robot Siri es mejor como compañía que mi perrito no sabe lo que dice pero lo comprendo le espanta la podredumbre como a mí e intenta pobrecillo suplantar lo vivo y hasta los afectos con algo que proporcione la tranquilizadora impresión de que está fuera del alcance de la muerte y de la podredumbre bueno bueno si eso le funciona bien yo seguiré abrazando a mi perrito vivo aunque sé que morirá y sufriré cuando muera y su ausencia irá a aumentar mi horrible sensación de pérdida estas mañanas grises.

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29 de mayo de 2017

Toda cultura popular es una cultura menor. Es verdad. Sólo hay que pensar en la cultura popular catalana y sus muñecones horripilantes y su treparse unos sobre los otros y el niño que cae y se descalabra; sólo hay que pensar en la cultura popular vasca con su alzar pedruscos y su darse patadas en la cabeza. Pero. Hay gradaciones. Vean esto. Miren a esas niñas. Esas niñas son todo lo cultura popular menor que se quiera pero son a la vez glande y pezón y hasta el clítoris dulce si me apuran de una cultura popular atravesada por un gran refinamiento y aderezada hasta lo sublime por la alegría y por la arrogancia de vivir. ¿Y eso no la instala más allá mucho más allá del folklorismo y de la potala del rictus tribal y la une a fin de cuentas al río de belleza que nos civiliza?

Pregunto.

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28 de mayo de 2017

Hay un editor interesado en publicar mis Emanaciones. Qué les parece. Yo estoy encantado y ya me he puesto a organizar el primer volumen. Tendrán que ser varios porque son años de escritura y miles de páginas. Es un trabajo descomunal. Me paso el día en eso y asombrado en ocasiones con lo que voy encontrando. Por ejemplo: tuve una vez un granado. Lo había olvidado. Y de súbito ahí otra vez y de palabras, que dura más, el granado. Es como entrar en un inmenso almacén a oscuras con una potente linterna e ir iluminando. No tengo tiempo para ponerme a leer sólo de vez en cuanto me detengo en alguna entrada entrañable. Cuando tenga eso sí las más o menos mil páginas que formarán el primer volumen, volveré a leer todo desde la emanación número uno e iré corrigiendo o eliminando las entradas que dependan demasiado de links y del mundo digital en general pues perderán su sentido en un libro de papel. La primera impresión que voy teniendo al recorrer todo ese tiempo escrito es que será una lectura como una polla tiesa ofensiva y feroz. A mí eso me alegra mucho porque a qué cosa mejor puede aspirar un escritor que a ofender a la mayor cantidad posible de lectores una escritura mansa que no ofenda y que guste al gran público como se dice no merece siquiera ser escrita.

Por otro lado ayer vino a la hora de la caída ya morado el jardín mi rubia preferida y bebimos un vinito fresco y qué bien huele esa mujer.

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27 de mayo de 2017

Rafael Alberti. Un poeta de confeti y cascabelitos. Un oportunista sovietizado y un fidelista y un mierda que diría mi madre. Un floripondio, que sabía muy bien que lo único que no puede hacer un intelectual si quiere tener éxito es pelearse con la izquierda. La izquierda protege a sus perritos falderos. Eso se sabe y lo sabía muy bien Alberti.

Vuelvo al marinerito porque leo un artículo de Antonio Lucas dedicado a María Teresa León, mujer de Alberti. Y aún por debajo de la tonelada de azúcar propia de la escritura de Lucas (que cada día parece más un repostero), se aprecia perfectamente la vileza de Alberti. Cómo se comportó con su mujer enferma, bastaría para retratar a Alberti. Pero. Véase lo sucedido con Miguel Hernández, poeta. Alberti pudo ayudar a escapar de Madrid a Hernández, y así salvarlo de la sangrienta vulgaridad franquista, pero lo dejó en la estacada y eso al final le costó la prisión y la vida a Hernández. A esa infamia Lucas la llama “un eco de penumbra”. Es una poética manera qué duda cabe de lavarle la sucia jeta a Alberti.

Por qué mujeres superiores (aunque era comunista, una bajeza tal vez comprensible en su época) como María Teresa León, se conforman con ser segundonas de miserables postalitas felones y canallas oportunistas como Alberti es algo que siempre me ha costado entender.

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26 de mayo de 2017

Estoy en el tren voy al dentista y rodeado de gente escucho a la gente y comienzo a pensar en bombas de neutrones como es lógico. Lo del dentista explica mucho lo de los Castro en mi caso lo de por qué los odio tanto tiene que ver con mis muelas perdidas cómo condicionaron y siguen condicionando mi vida las muelas perdidas a causa de la malnutrición castrista y muchas de ellas también y sobre todo en los campos de caña del ejército obligatorio castrista donde además de lo del ejército estuve muchos meses trabajando como esclavo castrista en los campos de caña y para descansar un poco o para no pegarme un tiro o un machetazo iba al dentista y allí el joven dentista me sacaba las muelas (que de todas formas estaban arruinadas o un poco arruinadas pero había que sacarlas en cualquier caso pues en el dispensario que era una choza en pleno campo no había casi nada sólo lo necesario para sacar muelas ni electricidad había así que taladro para reparar las muelas ni hablar) y me dejaba un par de días o tres lo máximo que podía por ley para que descansara un poco del horror de los campos de caña, y también para tener con quien conversar de libros era un gran lector el joven dentista un muchacho esbelto y apuesto y hasta lindo que ahora que lo pienso quería probablemente que yo me lo follara pero yo que era bastante bruto y primitivo en aquella época no lo hice qué estúpido fui.

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