Estampas
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Viernes, 23 de febrero de 2018
El Subnormal Anaranjado se ha superado con lo de las matanzas en colegios de USA. Dice que la solución es armar a los profesores. Y lo dice en presencia de familiares de asesinados en las matanzas con la misma cara de subnormal que suele tener para todo. Impresionante. Profesores armados. Bang, bang, ese alumno me pareció sospechoso. Por otro lado, el senador Marco Rubio, ha dicho que después de recibir tres millones de dólares de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) lo único que puede hacer es mostrar su servil culo gordo a la Asociación Nacional del Rifle y hacer lo que diga la Asociación Nacional del Rifle. Dicen las malas lenguas que Marco Rubio tiene las orejas descomunales que tiene (Dumbo, le llaman sus amigos) porque ahí en las descomunales orejas guarda el dinero que le da la Asociación Nacional del Rifle. Yo no lo creo. Es verdad que las orejas de Marco Rubio deben tener una capacidad de almacenamiento extraordinaria. Pero es mucho dinero.
¡Y hasta la próxima matanza!

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Jueves, 22 de febrero de 2018
Las tres hermanas de Kafka murieron en las cámaras de gas. Elli y Valli en Chelmno; Ottla, su hermana más cercana y querida, en Auschwitz. El tío de Kafka, Siegfried Löwy, el médico rural, escapó a la amenaza de deportación mediante el suicidio. El hijo de Elli y sobrino de Kafka, Félix, murió probablemente en un campo de concentración francés. Marie Wernerová, que había servido como ama de llaves a los Kafka, también fue deportada y no regresó.
De las cuatro mujeres con las que Kafka mantuvo las relaciones más intensas, dos murieron en campos de concentración: Julie Wohryzek fue asesinada en Auschwitz, Milena Jesenská murió como prisionera política en Ravensbrück.
Podría decirse que el mundo que en sus escritos anticipó Kafka alcanzó al mundo de Kafka y lo aniquiló.

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Miércoles, 21 de febrero de 2018
Termino de leer el Kafka de Stach. Siento una gran tristeza. Supongo que Kafka sabía quién era, pero también es posible que pensara ya al final que toda su vida había sido un fracaso. Como escritor y como persona. Toda la vida consumido por un ansia de perfección que le impedía concluir tanto una novela como un proyecto matrimonial. ¿Hay una cuota de sufrimiento que ha de pagar la grandeza? Ya sé que no. Pero. Kafka.
Y mientras el escritor agoniza en paisajes helados y en medio de la ignorancia de la medicina de aquellos tiempos, florece el antisemitismo y ya las semillas de la barbarie son atesoradas no sólo en Berlín o Múnich (ciudad siniestra, he estado en esa ciudad siniestra y absolutamente nazi hoy en día), en Praga, en Budapest, en toda Europa y en Rusia naturalmente, y las tribus europeas podría decirse preparan con dedicación y gran entusiasmo el cercano escenario del horror comunista y del horror fascista y nazi mientras Kafka que ha descrito ese horror de la manera más perfecta, muere.
Muere, por cierto, no de tuberculosis estrictamente sino de una sobredosis de Pantopon, un opiáceo que le inyecta su discípulo y amigo Klopstock, a petición de Kafka. Qué buen amigo.
Kafka fue enterrado en las afueras de Praga, en un cementerio judío, a pocos kilómetros de la ciudad vieja. “El entierro tuvo lugar el 11 de junio, con un tiempo bochornoso, hacia las cuatro de la tarde. A la caravana fúnebre se unieron más de cien personas; no participó ningún representante de las instituciones políticas o culturales de Praga”.

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Martes, 20 de febrero de 2018
Hay que ofender más se ofende poco y mal en España. Como bien dice Peterson :“No hay derecho a pensar sin derecho a ofender. Porque nada de lo que yo pueda decir será universalmente aceptado y asumido. ¿Y quién decide qué es ofensivo? Tu interlocutor. ¿Y si hablas con mil personas? Como mínimo una de ellas se ofenderá. ¿Y entonces qué haces? Dejas de hablar. Te limitas a decir obviedades.”

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Lunes, 19 de febrero de 2018
“En el fondo también pensé, mientras caminaba por el pueblo tratando de vivir un día más, que todo se debe a la monserga de las lenguas propias y a la monserga de las tradiciones y las diferencias e identidades y diversidades culturales y raciales y toda esa porquería que no sólo es porquería y atraso sino falsedad. Todos venimos del mismo grupo de humanos primitivos lo demuestran las pruebas de ADN. Todos somos el mismo chimpancé. Bailar la sardana no hace diferentes a los catalanes un baile espantoso la sardana para no hablar de lo de encaramarse unos encima de los otros, uno los ve y no se lo cree, y en lo más alto encaraman a un niño y como es lógico a cada rato se cae un niño y se rompe la crisma. Y de lo que pasa con el niño descalabrado después nadie se entera porque está mal visto hablar del pobre niño descalabrado, es antipatriótico supongo hablar del pobre niño descalabrado. Sólo supera en espanto a la sardana lo que bailan en el llamado País Vasco, una especie de secuencia de brincos en los que el bailarín o saltarín o lo que sea, intenta, con cierto éxito hay que reconocerlo, patearse la cabeza. Es muy probable que estas patadas en la cabeza del baile tradicional y oficial ¡y sagrado! de los vascos les haya provocado un trauma cerebral y por eso mataban a infelices en las calles y ponían bombas a infelices incluidos niños y el resultado de ese baile y esas ¡sagradas! patadas en la cabeza es un grupo de gente, muchos, muchísimos de los vascos que se identifican como patriotas vascos, la mayoría podría decirse, moralmente degenerados.”
Sí, sigo con el librito.

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Domingo, 18 de febrero de 2018
Hay que abandonar toda esperanza. Otra matanza en un colegio norteamericano y salió el Subnormal Anaranjado y dijo: qué malas son las enfermedades mentales. Yo pensé enseguida que hablaba de su propia enfermedad mental, de su propia subnormalidad, tan evidente. Pero no. Hablaba de la matanza del colegio y del que la perpetró. Un asesino adolescente que fue y se compró un fusil de guerra sin ningún problema porque en USA es más importante que cualquier otra cosa venderle un fusil de guerra a un asesino adolescente o a un tarado adolescente sin que sea un obstáculo que el comprador sea un adolescente o un tarado adolescente o esté enfermo o tenga cara (como es el caso del asesino en cuestión ) de subnormal, casi tanta cara de subnormal como la del Subnormal Anaranjado. Las matanzas en USA continuarán mientras no se endurezcan los requisitos para comprar un arma y se prohíba la venta de armas de guerra a civiles, pero hay demasiado dinero en juego y con el Subnormal Anaranjado de presidente todo seguirá igual sentémonos a esperar la próxima matanza. No hay que olvidar además que muchos de los norteamericanos horrorizados ahora por la matanza son los mismos norteamericanos que votaron por el Subnormal Anaranjado sabiendo que es un gran defensor de la venta indiscriminada de armas de guerra y un gran amiguito de la gentuza de la Asociación Nacional del Rifle. Hay que abandonar toda esperanza.

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Sábado, 17 de febrero de 2018
Algo que me causa asombro es lo poco que usan la palabra traición los periodistas españoles. Refiriéndose a la relación de los partidos PP y PSOE con los nacionalistas antiespañoles catalanes y vascos. Felipe González, Aznar, Zapatero, Rajoy, durante décadas, han elegido traicionar su obligación de defender y luchar por una España de ciudadanos libres e iguales. Lo hicieron pactando con los nacionalismos antiespañoles vasco y catalán a cambio de apoyo para que PP y PSOE pudieran gobernar. Para pagar por ese apoyo, a los nacionalistas antiespañoles catalanes y vascos se les otorgaban privilegios y se les transferían competencias que disminuían la soberanía española y la igualdad entre españoles. De esta forma, traicionando su deber de construir y defender una España de ciudadanos libres e iguales, PP y PSOE facilitaban la desespañolización de las regiones vasca y catalana (primer propósito de la agenda nacionalista catalana y vasca). ¿Alguien cree que estos presidentes (y sus aledaños) no sabían que con estos pactos con los enemigos de España aceleraban la desespañolización de España y la destrucción de España? Yo no. De ahí mi asombro de que usen tan poco la palabra traición los periodistas españoles al hablar de la relación de PP y PSOE con los nacionalistas antiespañoles catalanes y vascos.

3509
Viernes, 16 de febrero de 2018
“Para curarse, es preciso ante todo voluntad de curarse. La tengo, aunque, hasta donde esto se puede decir sin afectación, también tengo la voluntad contraria. Es una enfermedad especial, si se quiere, una enfermedad prestada, muy distinta de todas aquellas con las que he tenido que vérmelas hasta el momento. Algo así como un amante feliz que dice: Todo lo anterior fueron sólo espejismos, sólo ahora estoy enamorado”.
Kafka literaturiza, también, la enfermedad. Cada vez hay menos realidad sin escritura en la vida de Kafka. La vida de Kafka es cada vez más, de palabras. Kafka es una gran máquina de literaturizar. La auténtica literatura, para Kafka, es la que alcanza el núcleo de la realidad. ¿Y de qué puede ser ese núcleo sino de palabras?

3508
Jueves, 15 de febrero de 2018
De madrugada, Kafka despierta con la boca llena de una mezcla de saliva y sangre coagulada. Se levanta, enciende la luz. De la garganta le comienza a manar sangre, corre al aguamanil. La hemorragia continúa varios minutos. Cuando cesa, se lava con agua las manos ensangrentadas. Después, coge un pañuelo, y regresa a la cama. Es el 17 de agosto de 1917. Es la tuberculosis que lo matará.

3507
Miércoles, 14 de febrero de 2018
Kafka lee En la colonia penitenciaria, en Múnich. La lectura se realiza en la Galería de Arte Moderno Hans Goltz. Goltz es el mecenas de Franz Marc y Vasily Kandinski y sus exposiciones de arte moderno provocan tales escándalos que en ocasiones la policía tiene que disolver a la multitud que, indignada, se congrega frente a los escaparates de la galería. Qué tiempos.
Sobre la lectura de Kafka ha quedado este testimonio del escritor sueco Max Pulver: “Con las primeras palabras pareció extenderse por la sala un desabrido olor a sangre, y un regusto extrañamente insípido e impreciso se me instaló en los labios. Su voz podía sonar a disculpa, pero sus imágenes penetraron en mí como un cuchillo afilado (…) Un golpe sordo, confusión en la sala. Sacaron a una dama que se había desmayado. La descripción, entretando, continuó. Sus palabras dejaron tendidas de nuevo a dos personas que habían perdido el conocimiento. Las filas de oyentes empezaron a clarear. Algunos huyeron en el último momento, antes de ser aplastados por la visión del escritor. Jamás he presenciado un efecto semejante en una lectura pública”.
Un testimonio fantasioso y completamente falso, según Stach. Pero. Qué más da. ¡De alguna manera es la mejor descripción de una lectura de Kafka! Y lo dicho. Qué tiempos.
