Estampas
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28 de septiembre de 2017
Me escriben varias amigas algo alarmadas por lo de mis sueños húmedos con la diputada Anna Gabriel. ¡Sueños húmedos! Un hombre como usted, de buen gusto. Dice una. Esa mujer, qué horror, dice otra. Pero. Quién es perfecto. El asunto es que yo creo que la señora Gabriel tiene una gran hembracidad. (Para enterarse de lo que es la hembracidad, aquí). Y eso es muy atractivo. Y encima, como si fuese poco, la hembracidad de la señora Gabriel, creo, tiene un algo sucio (ojo a la boca, hagan caso omiso a la nariz de porrón o al corte de pelo estilo mordida de burro, olviden su risa psiquiátrica). Y eso aumenta su atractivo. Al menos para un hombre como yo, que entiende que el sexo (en una justa medida) si sucio, mejor.
A ver. Me explico. Un coño limpio, muy limpio, pierde su encanto. Eso lo sabe cualquiera. Ha de tener el grado de suciedad adecuado. Esa es una verdad universal. Al que no le guste un coño oloroso que lance la primera piedra. Aunque. Hay límites. Y si se supera ese límite ya el coño en cuestión se hace inabordable, hasta para un hombre como yo, de miras amplias, digamos. Sueños húmedos con Anna Gabriel. Sí. A veces. Tengo que reconocerlo. ¡La carne es débil! Que diría un literato.

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27 de septiembre de 2017
Mi Rebelión en Catanya ha encontrado editorial. Escribí mi sátira antinacionalista en 2007, pero fue censurada por la acción conjunta de un grupo de distribuidores catalanes, que amenazó a la editorial que iba a publicarlo con no distribuir sus libros en Cataluña, y la cobardía de la editorial en cuestión, que cedió al chantaje. He estado estos días revisándolo. Y. Asombroso. El personaje principal, el gran Líder Tarat Rubéola (inspirado mayormente en el político Carod-Rovira), ha reencarnado en figuras de la política catalana actual: Artur Mas, Oriol Junqueras, Carles Puigdemont y hasta en Anna Gabriel, a quien veo convertida en las televisiones (y en mis sueños húmedos) en una versión femenina (es un decir) del Líder Tarat.
¡Tarat vive!
Por otro lado, qué más puede pedir un escritor, la Cataluña de 2017 se asemeja cada día más a la República Independiente de Catanya. Y en el momento en que escribo estas líneas, la confrontación entre las fuerzas nacionalistas catalanas y el resto de los españoles, parece estar avanzando a grandes pasos ¡hacia las primeras páginas de mi novela!, aquellas en la que el Líder Tarat se dirige a los confabulados y anuncia la alborada revolucionaria y el inicio de la batalla decisiva contra el despreciable enemigo espalo.
Impresionante. Tal vez sea cierto, a fin de cuentas, que la realidad copia a la literatura.

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26 de septiembre de 2017
La sublevación nacionalista independentista y fidelista catalana sigue su curso, y el Gobierno: lelo. Señales confusas envía, sí pero no y claro que les daremos cositas si suspenden el referéndum ilegal, ay ay sean buenos. ¿Se imaginan a la policía diciendo al asaltante de un banco que le dará acciones del banco si suspende el asalto? Por lo demás. ¿De verdad cree alguien en el Gobierno español que se puede derrotar una sublevación gubernamental (que no popular) de una región de España sin descabezar la sublevación? No se puede derrotar una sublevación como la nacionalista independentista fidelista catalana si todos los cabecillas y estrategas de la sublevación ¡siguen en sus puestos! Las consecuencias de esta grotesca torpeza del Gobierno español es funesta porque mientras más tiempo tarde en descabezar la sublevación más se fortalece la sublevación y más problemático será descabezarla, quiero decir que a más tiempo perdido más violencia tendrá que emplearse.
El desafío nacionalista independentista fidelista catalán está lejos de ser controlado o desarticulado, como irresponsablemente afirman algunos desde el Gobierno español. Y mientras más tiempo dejen pasar antes de descabezar la rebelión, peor será.
Lo último de la sublevación es que un Trapero de la policía regional no acata las leyes y no pasa nada. Leyendo la noticia no pude menos que recordar de la Carajicomedia, aquel sublime verso:
Pues do ay tantas putas, ninguna obedece.

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25 de septiembre de 2017
Veo por todas partes, en los diarios y en las televisiones y hasta en la boca de los críticos de la sublevación nacionalista independentista y fidelista catalana, que “es legítimo ser independentista”. Que dentro de una democracia como la española, es legítimo ser independentista. Lo dicen como para dejar claro lo democrática ¡faltaría más! que es la democracia española. Pero. Vayamos al diccionario. Legítimo: (1) “Que ha sido hecho o establecido de acuerdo con la ley o el derecho”. (2) Lícito. (3) Cierto, genuino y verdadero en cualquier línea. La palabra viene del latín: legítimus, que significa “fijado por la Ley”.
Es decir, que la palabra legítimo no sólo no tiene nada que ver con el independentismo sino que significa lo contrario. ¿Legitimidad de los independentistas? Mojigangas. Pamplinas. El independentismo dentro de una democracia como la española es ilegítimo. Amén de ilegal, estúpido, xenófobo y tribal.
Por tanto, y parodiando a mi payaso diputado favorito: ¡Saquen sus sucias bocas de la palabra legítimo!

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24 de septiembre de 2017

“La superioridad del cuerpo de las mujeres es incontestable. Para empezar tienen tetas. ¿Qué puede compararse a unas hermosas tetas? Nada. Hay tetas superiores, estéticamente hablando, a la Victoria de Samotracia o a las Puertas del Paraíso de Ghiberti. Y miren que para mí las puertas de Ghiberti son de una belleza suprema. Pero a pesar de eso, tengo que reconocer que hay tetas más bellas. La verdad es la verdad. Yo me he encontrado tetas en las que me hubiera quedado para siempre. Quiero decir que he metido la cabeza entre esas tetas y he pensado ay, si pudiera quedarme aquí, ¿qué sentido tiene salir de aquí? Ninguno, claro está. No tenía ni tiene ningún sentido sacar la cabeza de entre unas tetas así. Pero eso es lo que tiene de jodida la vida, que cuando encuentras un lugar donde quedarte para siempre feliz, no puedes quedarte. Yo he estado en ese lugar maravilloso del que no quieres marcharte, en ese lugar en el que podrías ser dichoso para siempre, y ese lugar está entre unas tetas de mujer”.
De sexo (Hypermedia, 2017.

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23 de septiembre de 2017
Sospecho que los catalanes (o al menos una parte sustancial de los catalanes) están dejando de follar lo digo porque cada vez se parecen más a los vascos y el no follar ya se sabe lo que ha hecho a los vascos que al menos 300.000 de ellos ya no distinguen a un asesino de un ciudadano normal. Es lo que tiene el no follar que empiezas a delirar y aunque vives en una sociedad rica y libre y en plena democracia y aunque eres un privilegiado si se te compara con los habitantes de otras regiones de España, cuando despiertas cada mañana lo haces en Corea del Norte, Cuba o Gambia. Y no hay quién te convenza de que no estás en Corea del Norte, Cuba o Gambia y sales a la calle como un subnormal (cosa que, por cierto, no podrías hacer si estuvieras verdaderamente en Corea del Norte, Cuba o Gambia) a pegar alaridos y a hacer el chimpancé para reclamar libertad y democracia y a protestar porque vives sojuzgado y oprimido. Es lo que tiene el no follar.
Ya sé que no se ha pedido mi experta opinión sobre cómo solucionar el problema catalán. Pero. Como me gustan tanto los catalanes (sobre todo las catalanas) y creo que facilitar e incentivar lo del follar podría ayudar, la daré de todas formas: traigan negros.

3362
22 de septiembre de 2017
Y en la mañana gris (los diarios supuran sus mojigangas) y para fortalecer mi espíritu (sea eso lo que sea, y me temo que es sólo una palabra) y mientras la poca fe que tenía en los seres humanos mengua a toda velocidad (qué ralea qué panda de cobardes y mierdecillas y miserables santocielo qué sentido tiene toda esta mierda) sigo leyendo a Revel. “No hay géneros, solamente hay talentos. Más aún: no hay talentos, solamente hay textos”.
Y sigo releyendo al Maestro naturalmente porque en días como hoy resulta imprescindible: “En el fondo, la gente es mucho más horrible de como se la puede describir. Esa es mi opinión”.

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21 de septiembre de 2017
Ayer leí de un tirón Los náufragos del Batavia, un librito suntuoso (muy breve, ay) de Simon Leys y después seguí con las memorias de Revel, un hombre muy inteligente pero aún mejor y más importante un escritor decente (cosa rara dada la indecencia que suele caracterizar el mundo intelectual y libresco). Y en la página cuatrocientos uno encuentro esta definición, de las mejores que he leído sobre la izquierda y las ideas de izquierda: Las ideas de izquierda son una contraseña, un vínculo tribal, no un método de acción para mejorar la condición humana.

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20 de septiembre de 2017
Por fin los primeros arrestos. Pero sigue la cháchara. Que si hay que dialogar después del 1 de octubre, que si el llamado problema catalán es un problema político. No lo es. Es una sublevación. Hay que suspender la autonomía catalana, y hay que desbandar a los mossos. Un cuerpo policial español no puede tomar partido contra el Estado español sin ser disuelto de inmediato, movilizando al Ejército si es necesario.
El PSOE, como era de esperar, intenta subvertir la acción del Gobierno contra la sublevación de los nacionalistas catalanes y los populistas fidelistas catalanes, porque lo más importante para el PSOE es el PSOE y el odio al PP. Pero. El Gobierno español hoy (nos guste o no quién lo encabeza), como en aquella hermosa escena de Master and Commander, es España. Ese navío que se dispone a entrar en combate no es un partido u otro, es España. Los nacionalistas catalanes y los fidelistas de Colau y su Pisarello (o al revés) han perdido toda credibilidad ciudadana, se han convertido en soldados de una sublevación contra España y contra los ciudadanos españoles. No hay nada que dialogar, se dialoga con ciudadanos, no con soldados de una sublevación contra la democracia y la libertad y la igualdad de los españoles. El tiempo de los diálogos, si lo hubo, ya pasó. Ahora, en nombre de los españoles libres e iguales el Gobierno español tiene la obligación de derrotar a los sublevados. Contundentemente. Antes del primero de octubre.

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19 de septiembre de 2017
Si hay algo que no he llegado a entender, después de muchos años de vivir en España, es el complejo de inferioridad que parecen sentir muchos españoles (sobre todo los políticos) respecto a los catalanes. Vivo entre catalanes y con catalanes y hago con ellos lo mismo que hago con cualquier otro español o española, incluso todo lo sexual, claro. Y mi percepción es que los catalanes son españoles con sus virtudes y sus defectos como cualquier otro español. ¿Por qué creen entonces muchos españoles que los catalanes son especiales o superiores o que se les debe algo? Razones para ese complejo de inferioridad no hay ninguna, naturalmente (salvo las racistas). Por eso me alarma tanto que intelectuales, periodistas y políticos españoles (y gente así) declaren que hay que dar a los catalanes esto o lo otro para que estén contentos en España. Que hay que concederles no sé qué privilegios y autogobiernos para que se sientan amados y se sientan aceptados. A mí todo esto me parece grotesco, e infantil. ¡No están contentos! Bueno, y qué. ¿Por qué habría de importar más el estado anímico de unos españoles que el de otros? ¿No están contentos? Pues que hagan lo que hace cualquier ser humano común y corriente para alejar las tristezas, para alegrarse. Sea lo que sea, según cada cual. A mí por ejemplo me funciona acariciar al perrito, leer un buen libro, ver una película divertida, trabajar (sí, trabajar me alegra) o abrazar y oler a mi mujer (eso me pone muy contento) o burlarme de algún lameculos castrista o de la izquierda española. O follar. O hacerme una paja. Lo de la paja es muy efectivo, doy fe.
Así que ya saben.












