Estampas

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Lunes, 10 de octubre de 2022

Un exiliado llega a la ciudad de Barcelona y se declara ciudadano de un bar de la Calle Mallorca, al que considera desde ese instante, su Patria. Allí, instalado junto a las vidrieras con sus cervezas y bajo la mirada burlona de una inquietante mendiga, repasa la Historia de su antiguo país (Cuba) y disecciona su experiencia como refugiado en la ciudad de Miami, donde hizo carrera como pintor y periodista. A lo largo de cinco cervezas, con un tono cáustico e hilarante, pasa factura a su vida y se pone a sí mismo, y a su país de origen, ante un espejo implacable.

Cinco cervezas; Debajo de la mesa, 2022. Ya a la venta en Ebook y paperback

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Domingo, 9 de octubre de 2022


Ya en paperback y ebook.

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Sábado, 8 de octubre de 2022

Entre la realidad del hecho y la enunciación del hecho, hay un abismo insalvable. (Para no hablar de la memoria del hecho).

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Viernes, 7 de octubre de 2022

Como autoridad mayor del Reino de España en asuntos concernientes a la actividad y salud de las verijas tengo la impresión de que la señora Montero no folla desde hace demasiado tiempo. Cada día más ríspida, álgida, histérica y secarral, se la ve. Pero. También hay buenas noticias, percibo una creciente atmósfera lésbica (algo muy saludable, el bisexualismo sana y humaniza como se sabe) en los tratos de la señora Montero con otras féminas de su caverna con la Verstringe sobre todo.

Ojalá sea cierto, me digo esperanzado, la aparición de ese hervor lésbico en la Montero se la ve muy tensa y crispada últimamente y esto entraña un gran peligro para la sociedad española, véase como su campaña contra la “cultura de la violación” se ha convertido en una brutal campaña a favor de la “cultura de la castración”.

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Jueves, 6 de octubre de 2022

A comprar mangos de Málaga, que ya sólo me quedan dos. Alegrito voy, después de leer las picuencias de Lucas Lírico que entrevista a Pérez Reverte en el diario. “Mientras habla de esos años se le hacen los ojos de agua y afuera huele a hierba recién cegada, aún sangrante”. “Se hace sitio en un sillón de cuero y dispara la primera ráfaga de conversación sin confitura”. Lucas Lírico es una de las mayores fuentes de diversión de mi gloriosa senectud.

Alegrito, recién reído llego, como he dicho. Aguántense. Lo primero que hago es preguntar a la verdulera tetoncita y de carita inocente y dulce ¿mami, a qué precio vendes la papaya? … y ella responde a 4,95 y yo, qué barata, sólo 4,95… es de Ecuador y allá parece que la papaya es sólo papaya. Las otras verduleras se carcajean y mi tetoncita: perpleja. Y aún me pregunta, qué pasa señor Juan es que no le gusta la papaya… y yo me encanta comer papaya, la como con mucha frecuencia, cada vez que puedo … y más carcajadas de las otras verduleras hasta que le explico a la verdulera tetoncita que en la pavorosa la papaya es primero el sexo femenino (no digo coño o chocho, digo sexo femenino) y después la fruta. Y ella que me mira achinando los ojitos y dice, distanciando las palabras y arrastrando mucho la e de qué… pero qué malo es ud., señor Juan.

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Miércoles, 5 de octubre de 2022

En el desayuno, mangos de Málaga. Con el té y la tostada con aceite de oliva super extra virgen y la mitad de un plátano. Y un trozo de pera. Y una mandarina. Mangos de Málaga. Qué maravilla. Nunca había comido mangos más sabrosos que estos de Málaga. Sé que lo que digo desatará las ridiculeces tribales de los pavorosos de la isla pavorosa: ¡traidor! ¡nuestros mangos son los mejores!. Pero ni caso. Mangos de Málaga.

Vade retro pavorosos.

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Martes, 4 de octubre de 2022

Voy al centro comercial a comprar un pantalón (que al final no compro) cómodo para andar por casa e ir al mercado a ver a mis verduleras ahora que llega el otoño y de salida, entro en la Casa del Libro. Paseo entre las mesas y los expositores y constato entre triste y desanimado que el noventa y nueve por ciento del contenido de la librería es mierda. La estupidez avanza inexorable. Y junto a la puerta un enorme cartel que amenaza con otro libro de Pérez Reverte. Santocielo.

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Lunes, 3 de octubre de 2022

Veo Blonde. Basada en una ficción de la novelista Joyce Carol Oates. La escritora, lo ha dicho, se inventó la mayor parte de la historia. Diálogos, personajes, situaciones. El director por otra parte, es un cineasta de los que concibe el cine como un bodrio intelectual. Lo que hace Andrew Dominik, básicamente, es reproducir alargándolas y añadiéndoles efectos especiales bastante ridículos, momentos icónicos, podríamos decir, de la vida de Marilyn. Yo al tercer feto flotador estuve a punto de apagar, pero me contuve, más que nada por verle las tetas a Ana de Armas, que tampoco son nada del otro mundo, ya vistas. Una mujer bella de Armas, aunque de un tipo de belleza aguajirada. Y lo peor, carente de toda sensualidad, es decir carente de aquello que hacía a Marilyn, Marilyn. Porque, a ver, ¿quién coño es Norma Jeane? Un actor es lo que hace consigo mismo. Sobre todo, si hace a Marilyn.

“La auténtica voz de Marilyn”. Así define De Armas la película. Y por tanto a ella misma. Pobre muchacha.

Se habla mucho en la prensa de los desnudos ¡escándalo! y las escenas sexuales. No se lo crean. Todos los desnudos están filmados como si fueran asesinatos son deprimentes y la famosa escena en la que De Armas-Marilyn le hace una mamada al presidente Kennedy, es sólo un primerísimo plano de la cara de De Armas haciendo como que chupa un vegetal inidentificado. Una escena ridícula. Para no hablar del final donde el doliente cuerpo de De Armas-Marilyn levita (¡y el peluche! ¡y el padre en el firmamento!) en un desenfocar de cámara típico de estos directores que conciben el cine como un bodrio intelectual. Todo amante de Marilyn, si tiene la desgracia de ver Blonde, lo mejor que puede hacer es olvidarla lo antes posible. Por el bien de Marilyn.

Pero. Lo más trágico ¡y divertido! para mí de todo este salpafuera propagandístico con Ana de Armas-Marilyn, es la algarabía tribal, a su favor, que se ha apoderado de los cubanos. ¡Una cubana! clama la tribu cubana extasiada mientras baila en ferviente comunión en torno a la hoguera identitaria. ¡Una cubana! Y se hacen la paja tribal.

Qué gente.

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Domingo, 2 de octubre de 2024

Con el té, leo El Jornal de Espada, como todos los domingos, y me digo que el mayor pecado del periodismo español es que este hombre no sea director de un periódico. Cualquiera de los llamados grandes periódicos españoles (El Mundo, El País, ABC) sería grande en verdad si los dirigiera Espada.

Hay pruebas de que así sería. Espada fundó y dirigió Factual, un diario digital que durante su breve vida se convirtió en el diario más moderno de España. En ese Factual, en el que tuve el privilegio de colaborar, Salvador Sostres escribía sólo de restaurantes, que es de lo que en verdad sabe, y hasta los escritos de Cristina Fallarás eran literariamente apreciables y hasta sensatos.

Factual fue un diario de la vida real, el único diario español (hasta hoy) de la vida real, alérgico a la noticia-ficción, a la columna-ficción, a la zorrería de la crónica social, y al corsé y la herradura grupal que han terminado colonizando el periodismo español. Un diario que arrimaba su terso lomo y sus afiladas garras a la verdad.

Lo que es un director.

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Sábado, 1 de octubre e 2022

El documental de Pavel Giroud es, prácticamente, el material inédito filmado por la policía cubana en la sede de la UNEAC, en 1971. Cómo llegó ese material a sus manos, el cineasta no lo dice; sus razones tendrá. Pero. Lo importante para mí es que el documental hace un daño enorme a la dictadura cubana. Hay pocos testimonios más convincentes sobre la falta de libertad intelectual en Cuba, que la confesión de Padilla. Ver, no es leer. El envilecimiento forzado del poeta, el clima de terror que se instala en la sala cuando comienza a autoinculparse y a denunciar a sus amigos ¡y a su esposa! es cívica y moralmente repulsivo.

Y ese clima de terror es, a fin de cuentas, lo único que es la Revolución castrista. Con su documental, Giroud ha propinado una terrible lanzada a la monstruosa mentira conocida como Revolución Cubana.

Hay quien sostiene que la confesión de Padilla fue una representación brillante cuyo propósito era internacionalizar la denuncia, mediante una sofisticada cabriola al borde del abismo, de la represión intelectual en Cuba. No lo creo. Pero. Da igual. Hay cosas que si las haces te envilecen para siempre.

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