Estampas

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Sábado, 24 de septiembre de 2022

La historia contemporánea de España debe aparecer en los libros de Historia en capítulo aparte. Ese capítulo ha de titularse La Gran Rendición. Y ha de narrar de la manera más clara, detallada y precisa cómo, por dinero (muchos negocios) y poder, los Gobiernos del PP y el PSOE vendieron (más bien subastaron) la nación española (la única que hay en España) y la libertad y la igualdad de los españoles a dos grupos de fanáticos racistas (nacionalistas catalanes y vascos).

Hasta que este capítulo no aparezca en todos los libros de texto de las escuelas españolas, no existirá España.

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Jueves, 22 de septiembre de 2022

Saliendo de la ciudad nos extraviamos un poco y rodeados por los montes etarras del País Etarra llamado también País Vasco pensé que eran montes parricidas que tanto como el paisaje moldea a los hombres los hombres moldean el paisaje y me llenó de espanto la proximidad de esos montes ese espanto indistinguible de la furia que siento a veces y levanté la cabeza y hasta el cielo estaba cubierto de esquirlas y salpicaduras y comprendí al fin lo que me pasa el malestar que siento al escuchar la jerigonza euskera y es que se trata de una jerigonza que rezuma sangre.

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Miércoles, 21 de septiembre de 2022

Ya había visto la famosa playa de la Concha desde la casa del pintor Schnabel en el monte Igueldo. No me pareció gran cosa. Un recodo o más bien rinconera desangelada con protuberancias pedregosas que emergen del agua helada un lugar más adecuado para morsas u osos polares que para seres humanos. Ahora, de cerca, una pasarela metálica y lúgubre que se adentra en el mar y termina en una escalera que se mete en el agua una clara invitación al suicidio. Y en las calles los árboles la gente los coches los animales los parques los monumentos los jardines los carteles anunciando las películas que se exhiben en el festival los bares y tabernas las callejuelas que desembocan en iglesias siniestras y en la falda de los montes que rodean la ciudad y en el interior del espléndido teatro dos mil quinientas butacas y en las conversaciones y en la cordialidad hoja de sierra (creo que es el euskera) de la gente y hasta en las flores se percibe una acechanza, un algo de barbarie.

Pasamos ante la casa donde nació Pío Baroja, pobre Baroja.

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Martes, 20 de septiembre de 2022

Me había jurado no visitar nunca más el País Etarra, también conocido como País Vasco. Incumplo mi juramento. Acudo al Festival de Cine de San Sebastián a ver Vicenta B., la última película de Carlos Lechuga.

La primera impresión de la ciudad es positiva, una ciudad bonita, me digo, pero a medida que transcurre el tiempo se me va revelando su tristeza sanguínea y su entraña tribal. Se come muy bien, eso sí. Los chuletones de La Cuchara de San Telmo son sencillamente gloriosos.

La película de Lechuga, un homenaje a su abuela, avanza firme al tiempo que tierna entre las ruinas de un país en bancarrota física y moral, y alcanza a ratos el poderío del poema. Un poema amargo, que pinta (nunca mejor dicho, el ojo de Lechuga es esencialmente pictórico) la realidad de una Cuba envejecida por la fuga de sus jóvenes. Jóvenes que huyen en busca de libertad y de un futuro de progreso del que carecen en la isla. Lechuga es un gran director de actrices, y la extraordinaria (por su mayestática sutileza) actuacion de Linette Hernández, es la cúspide de la excelencia de un elenco femenino sabiamente dirigido.

Comparada con su obra anterior (sobre todo sus largometrajes Melaza y Santa y Andrés), Vicenta B. evidencia que Lechuga ha alcanzado una madurez que le permite un lenguaje artístico de gran belleza plástica y musical poder evocador. Un lenguaje que, auguro, deparará en el futuro grandes alegrías a los amantes del cine en general, y del cine cubano en particular.

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Viernes, 16 de septiembre de 2022

El próximo domingo se convoca a una manifestación en Barcelona a favor de la enseñanza del español como lengua vehicular en las escuelas catalanas (que no son más que escuelas españolas, ¡que haya que recordarlo!). Bien. Hay que apoyarla. Pero. Me parece que ya es hora de dejar de mendigar ¿a nadie le da vergüenza lo del 25 por ciento? ¡Cuota de español en España!

¿Para cuándo una manifestación para exigir que la lengua vehicular de todas las escuelas en España sea, principal e ineludiblemente, el español?

El vasco, el catalán, el gallego el valenciano y demás son jergas menores cuyo papel ha de ser, como es lógico, un papel acorde a su importancia: secundario. Y en esa manifestación una enorme pancarta que proclame la inapelable verdad: que las jerigonzas regionales en España no son una riqueza sino una fuente de incordio, atraso, politiquería, chantaje, fanatismo, latrocinio, tribalismo, xenofobia, racismo y una pústula aldeana y cavernícola clavada en el corazón de la ciudadanía española (la única que hay en España).

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Jueves, 15 de septiembre de 2022

Me levanto en una España donde hoy se entroniza un poco más lo tribal. Lo tribal es atraso y atraco y folklor sacralizado y existe en contra del progreso ciudadano en España. Lo tribal es una pulsión primitiva que trabaja en España contra los ciudadanos españoles libres e iguales y, en consecuencia, contra España. La imposición del euskera se produce en el País de Eta, antes conocido como País Vasco, se entiende.

Y como si fuese poco, pero a un tiempo muy coherentemente con esta España esperpéntica en la que me levanto, como ruido de fondo la vocecita de chocho acatarrado de Rosalía.

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Miércoles, 14 de septiembre de 2022

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En la actualidad, se discute mucho sobre los “límites” de la Libertad de Expresión. A causa del fanatismo religioso musulmán o de la epidemia imbecilizante izquierdista woke. Pero. Lo de la Libertad de Expresión es un asunto extremadamente sencillo. Al menos para un escritor. Para un escritor la Libertad de Expresión no tiene límites y ha de ejercerse estrictamente. Cueste lo que cueste.

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Martes, 13 de septimbre de 2022

En el viaje, Andorra, un lugar espantoso. Andorra no es un país sino una carretera con casitas estilo alpino a ambos lados un estilo triste (a lo Drácula) el estilo alpino. Siempre en peligro de que te atropelle un coche o te despeñes de algún risco o te aplaste una avalancha. No es un país es un precipicio al revés o el fondo de un precipicio si tenemos la perspectiva de la cima de las montañas. No lo medí, pero, por lo que pude ver, en sus partes más anchas el país Andorra debe tener alrededor de cien metros. La comida incomible, la gente muy fea pero del tipo creído señoras que pasean con un diamante insertado en el ano. A mí me dio la impresión de una cueva de traficantes, estafadores, ladrones o las tres cosas, la cueva de Alí Baba o algo por el estilo. Mucho borracho, mayormente ruso. Todo rezuma tristeza. Lo que baja por los pedregales perpendiculares que allí llaman montañas no es agua como pensé al principio sino desconsuelo. No veía la hora de largarme de allí.

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Esto, tan interesante. Sigo con Rushdie.

“Corrían tiempos del glasnost, y era la primera vez que los soviéticos permitían salir a los escritores reales, no a figuras decorativas de la Unión de Escritores, sino a otros como Tatyana Tolstaya. Los principales autores de la emigración rusa, encabezados por Joseph Brodsky, también estaban allí, y por tanto el acto ofreció una especie de reunificación de la literatura rusa, y presenciarlo fue conmovedor (Brodsky se negó a hablar en inglés, deseando, dijo, ser un ruso entre rusos). Sin embargo, cuando los escritores de Europa central, indiferentes a la opinión postulada por los italianos de que la literatura tenía que ver con frases, manifestaron apasionadas denuncias contra la hegemonía rusa, los rusos reaccionaron mal. Varios de ellos afirmaron que desconocían la existencia de una cultura de Europa central independiente. Tolstaya añadió que si a los escritores les preocupaba el Ejército Rojo, siempre podían refugiarse en su imaginación, como hacía ella, y allí serían totalmente libres. Esto no sentó bien. Brodsky aseguró, con una formulación de un imperialismo cultural casi cómico, que Rusia iba camino a resolver sus propios problemas, y que una vez llegados a ese punto, todos los problemas de Europa central se resolverían también. (Este fue el mismo Brodsky que, después de la fetua, se uniría al bando de quienes pensaban El sabía muy bien lo que hacía, lo hizo adrede.) Czeslaw Milosz pidió la palabra para discrepar de Brodsky en términos estentóreos, y los setenta y pico escritores de la sala se vieron obsequiados con el espectáculo de los dos gigantes, ambos laureados con el Nobel (y viejos amigos), batiéndose en términos que dejaron muy claro a todos los presentes que se cocía un gran cambio en el Este. Fue como ver un avance de la caída del comunismo, la dialéctica de la historia cobrando vida, expresada y representada por los mayores intelectuales de la región en presencia de sus colegas internacionales: un momento inolvidable para los afortunados que estaban allí”.

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Domingo, 11 de septiembre de 2022

¿20.000? Ojalá.

Mi segunda madre explica de la manera más certera y veraz las razones de la implosión cubana.

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