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Lunes, 15 de diciembre de 2025

Leo con gran provecho y enorme disfrute El mito del paraíso Andalusí. Es un libro que me recuerda, por su valentía, su lucidez, su erudición y su apego a la verdad, al de Elvira Roca Barea sobre las mentiras y venenosos embustes referidos a la Leyenda Negra española. ¡Durante siglos! Hemos leído mucho y visto mucho en películas, el supuesto esplendor que trajeron los árabes a España al invadirla y de los famosos ocho siglos (que para empezar no fueron ocho, sino cinco y medio) de refinamiento, tecnología y cultura que generosamente trasmitieron a sus brutos conquistados. Todo es falso. En verdad las hordas islámicas, la mayoría bereberes del desierto esclavizados y convertidos al islam bajo pena de muerte, se encontró al llegar a la España visigoda una cultura y una civilización muy superior a la que traían los bárbaros conquistadores.

No saben cuánto estoy disfrutando este libro. Corran a leerlo, si aman la civilización occidental (la única que existe) comprenderán que la rendición que tiene lugar actualmente ante la Invasión islámica no es nada nuevo. Llevamos siglos mintiéndonos acerca del Islam con la abyecta complicidad de la academia anglosajona y de intelectuales e instituciones culturales norteamericanas y europeas dedicadas a propagar las fantasías de una superioridad cultural, científica y tecnológica musulmana. Que nunca existió. Supongo que habrá mucho dinero en lo de los estudios islámicos. Pero aún así me resulta incomprensible tanta sumisión intelectual.

“La a menudo repetida afirmación de que el islam «preservó» los conocimientos griegos y romanos y luego los pasó graciosamente a Europa no tiene fundamento alguno. Los antiguos textos griegos y la cultura griega nunca se «perdieron» para ser de alguna manera. «recuperados» y trasmitidos por eruditos musulmanes, como tantos historiadores académicos y periodistas continúan escribiendo. Estos textos siempre estuvieron allí, preservados, estudiados y comentados por los monjes y los eruditos laicos del cristiano Imperio romano griego, y fueron pasados a Europa y al califato islámico en varias ocasiones”.

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© Juan Abreu, 2006-2019