Juan Abreu
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Jueves, 4 de diciembre de 2025
El problema de la lectura alcanza ya dimensiones frustrantes. Los libros siguen acumulándose. Y no es que lea despacio, ayer leí de un tirón un libro de Lázló Krasznahorkai, por recomendación de un buen lector amigo y porque su historia transcurre en Japón, país de mis sueños. El libro correcto, pero demasiada literatura y prosa de Premio Nobel y un final que aspira a golpe de efecto lírico–mágico, es decir de los que dan ganas de abofetear al autor. Hoy pienso acabar La amante de Bolzano, de Márai, dos libros en dos días un ritmo parecido al de mis mejores tiempos de lector en la pavorosa, pero no es suficiente. Siguen amontonándose. Urge que la ciencia consiga prolongar la vida humana al menos hasta los 120 años; la vida de los buenos lectores primero, lógicamente.
