Juan Abreu
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Viernes, 28 de noviembre de 2025
Los días pasan cada vez más veloces en general, creo, aunque sé que el único tiempo que en verdad existe es el que concierne a mi cuerpo y mi cerebro todo lo demás es paisaje, ficción y decorado. Me levanto y alcanzo a hacer apenas un par de cosas y salgo a pasear el perro y ya es de noche. Si se trata de un día soleado tengo la impresión de que las horas transcurren más lentas pero no estoy seguro. El sol hace que estemos más vivos es posible y eso provoca que el Matarife Mayor el Implacable se entretenga y no esté tan atento a matarnos (su ocupación principal) y ese desentenderse (es un decir) de nosotros crea la ilusión de que todo pasa más lentamente. Últimamente los días sin sol me duran unos minutos. Qué horror. A ese paso este invierno envejeceré una década o más.
