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Sábado, 15 de noviembre de 2025

El gatico nuevo se esconde detrás de la escultura y asecha a las palomas. Hay veinte o treinta palomas como mínimo comiendo al fondo del jardín donde les pongo el alpiste. Por lo que veo, el gatico nuevo no conseguirá, por ahora, atrapar a una de las palomas. Tienen un resorte evolutivo que les hace levantar el vuelo al unísono a la menos ruido o movimiento que pueda interpretarse como amenaza o peligro. Ya sé que el gatico tiene también la carga genética del depredador, pero tal como veo las cosas en este momento, el mecanismo de alerta de la presa funciona mejor que el del cazador. Los observo, a cazador y presa desde la ventana de la cocina y es como tener acceso al mecanismo que gobierna el mundo.


Qué bandidaje

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© Juan Abreu, 2006-2019