6151
Lunes, 10 de noviembre de 2025
Un día ocupado, pero me las arreglo para terminar El vértigo de Babel de Pascal Bruckner. He leído libros formidables de Brucker, pero este incurre en bobadas del tipo “la atroz desdicha de ser un exiliado, sometido al capricho de una administración extranjera”.
¿Atroz desdicha? ¿En qué consiste la atroz desdicha de escapar de un país espantoso y establecerse en un país civilizado? ¿Sometido al capricho de una administración extranjera? No veo qué hay de malo a estar sometido a una administración regida por principios democráticos. Sobre todo, viniendo de países cuyas “administraciones” ni siquiera han conseguido ofrecernos libertad, qué comer, o seguridad; qué hay de atroz en estar sometido a “una administración extranjera”, superior en todo a la porquería de la que venimos.
No es posible escribir rectamente si por sobre tu hombro asoma vigilante el esperpento de “Nuestra Tierra”, de la “Patria Sagrada”, o de cualquier otra porquería por el estilo.












