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Miércoles, 29 de octubre de 2025
La especie, por disposición evolutiva, supongo, no puede vivir sin mentir (a otros y a sí mismos), no es posible vivir la vida en la verdad, de lo que se puede concluir y concluyo que la famosa búsqueda de la Verdad, eje central de nuestro edificio moral, es una farsa, y que somos una especie compuesta total y absolutamente por farsantes.












