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Sábado, 4 de octubre de 2025
Ya no voy casi nunca a Barcelona, a cenar con amigos algunas veces, pero cada vez menos. Barcelona se ha convertido en una de las ciudades más inseguras del mundo más fanáticas del mundo y más estúpidas del mundo. Se ha convertido además en un corral socialista, basta que el PSOE o gente aún peor ordene salir a las calles para alborotar hacer el idiota tocar tambores (esto último les encanta) o tirar piedras y botellas para que las ovejas marchen obedientes. Dicen que hoy 70.000 personas salieron a mostrar su solidaridad con los terroristas de Hamás y lucir sus forúnculos nazis. Todo perfectamente organizado y financiado. El que crea que estas bataholas ideológicas son espontáneas no tiene remedio: es subnormal. Hasta en las fotos la estupidez ascendía de la multitud como un vaho pestilente, y mirando El País que es la cloaca de referencia de la crápula izquierdista española, pude ver, qué patético espectáculo, a dos viejas muy feas vestidas de negro que cargaban en brazos dos bultos blancos como los que exhibían los de Hamás para hacer creer a los disminuidos occidentales que eran niñitos muertos.
Santocielo, y pensar que alguna vez fui feliz en Barcelona una ciudad donde se follaba mucho y bien y la vida tenía el culo duro y las tetas tiesas.
