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Sábado, 27 de septiembre de 2025

Las palabras inadmisible e intolerable deberían desaparecer de la boca de políticos y periodistas. Usarlas se ha convertido en una indecente impostura. En España cuando se dice que algo es inadmisible o intolerable se quiere decir que ese algo es perfectamente admisible o tolerable. Vaya engañifa. Y los que las dicen o escriben lo saben.

Como dijera el gran Kierkegaard: “Pensar es una cosa, existir en lo que se piensa es otra”.


La conga de los dos Estados

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© Juan Abreu, 2006-2019