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Jueves 31 de julio de 2025

Acabo de ver a la directora ejecutiva de la UNRWA en España, una Raquel Martí. Cómo sufre en la tele por la Hambruna impuesta por los malvados judíos a los angelicales habitantes de Gaza. Recita el manual de propaganda de Hamás con la mayor convicción. Pero lo más canallesco fueron sus lamentos porque las palestinas no tenían ya ni que ponerse en el coño cuando menstrúan y los pobres ancianitos palestinos qué humillación no tenían pañales si sufrían incontinencia. Y esto lo decía una funcionaria de la ONU que jamás ha dicho una palabra de millones de cubanas (las mujeres de mi familia, entre ellas) que han pasado décadas sin almohadillas sanitarias, poniéndose trapos en el bollo (aquí coño), trapos que lavaban una y otra vez trapos que tampoco eran fáciles de conseguir, vestidos viejos, sábanas destrozadas por el uso; millones de mujeres que se pasaban la vida rapiñando trapos viejos por toda la isla.

Qué cara dura la de esta tipa. ¡Y la dictadura cubana en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU! ¡Y Afganistán! ¡Y Venezuela! ¡Y Nicaragua!

Uno cree que lo de ser gentuza tiene sus límites pero aparece una Raquel Martí y te demuestra que no.

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© Juan Abreu, 2006-2019