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Miércoles, 16 de julio de 2025
Me interesa lo de Zohran Mamdani, el neocomunista musulmán que podría ser elegido alcalde de NY, así que intento leer un artículo sobre el tema, aparecido en El País. Avanzo a trompicones por el inextricable primer párrafo y comprendo que semejante aluvión de metatranca (*) sólo puede ser obra de un cubano. De un intelectual cubano hijo de la Revolución. Y efectivamente (busco en Google) su autor, Carlos Manuel Álvarez es un intelectual cubano hijo de la Revolución.
En el segundo párrafo ya he renunciado a encontrar alguna idea clara o limpia de palabrería, la escritura metatrancosa no tiene por objetivo aclarar nada, su único propósito es que el autor se demuestre a sí mismo lo genial que es. Y lo genial en estos casos no deviene de la claridad o precisión de la escritura sino de que sea lo más embrollada y retorcida posible pues ese es el baremo con que este tipo de escritor mide el genio.
“No puede llevarse adelante en ninguna parte (¡en ninguna parte!, aquí el autor se torna omnisciente, su mirada metatrancosa abarca ya el planeta), un proyecto de democratización social que evada la pregunta por Palestina, y solo la rabia y el asco que despiertan esos crímenes tienen la fuerza necesaria para generar en occidente un horizonte político que pueda oponerse al futuro (o a la ausencia de él) previsto por el sionismo cristiano y la acumulación de riqueza tecnofeudal (o sea el judío otra vez como centro de la avaricia criminal y amoral del mundo, ¿dónde habré oído eso antes?).
Y ahí me detengo porque encuentro incrustada en la metatranca, como una de esas moscas verdes que se posan en las cagadas de vaca, la estupidez del llamado “genocidio de Gaza”.
Genocidio, dice el cubano intelectual hijo de la Revolución que cree que el neocomunista musulmán Mamdani es el alcalde que necesita la ciudad de NY.
Santocielo, qué isla.
(*) Metatranca: combinación de la palabra metafísica y tranca, que se usa en el ámbito de la cultura cubana para definir una escritura que de enrevesada y presuntuosa puede llegar a ser ininteligible.
