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Miércoles, 9 de julio de 2025
Cuando voy al mercado ahora que es verano y las muchachas van más descubiertas se aprecia mejor el horror de los tatuajes. Qué pieles perfectas arruinadas de la manera más atroz. Verdad es que no me fijo en los hombres pero tengo la impresión de que en los hombres, a los que asocio mecanicamente con chimpancés, es menos grotesco el espectáculo. Ya casi es imposible ver una muchacha o una joven (no quiero ni pensar en mujeres viejas con tatuajes) sin la piel de los brazos, el vientre, el cuello o las piernas arruinados por los tatuajes. Muchos dicen que es algo que tiene que ver con la estética, a mí me parece que con lo que tiene que ver es con el colectivismo, con el tan estúpido “es lo que se lleva” y con la vulgaridad.
