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Lunes, 30 de junio de 2025

Hay cierto salpafuera entre algunos cubanos por lo de un Zohran Mamdani, que puede ser elegido alcalde de NY. Ha ganado las primarias del Partido Demócrata. Mandani es un niño bien con ideario fidelista y populista y naturalmente enemigo del sistema que hace que su culo, y el de su familia, huela a rosas. El fenómeno Mamdani es una curiosa variante, la variante pija y burguesa de la Invasión musulmana y de la guerra islamista contra la Civilización Occidental (la única que hay).

Dejo aquí algunas obviedades: los musulmanes no son una raza; la islamofobia es un invento de la izquierda para silenciar a los críticos de la Invasión y de la barbarie que es el Islam; el Islam no es una religión sino una ideología imperialista (pretenden conquistar el mundo) violenta e irracional. Ser islamófobo es lo único que puede ser cualquier demócrata, y digo más, cualquier persona decente. ¿No es el Islam quien ha alzado la misoginia a niveles sagrados, no es el Islam quien lanza a homosexuales de azoteas?

Alguien que se declare musulmán se declara islamista, sencillamente porque ambas palabras significan lo mismo, vean el diccionario. Mamdani ni siquiera lo oculta, es partidario de Hamás y de la superchería antisemita de los dos estados. Un musulmán es ante todo musulmán, y se debe al siniestro Alá. Esta es la anticiudadana realidad. Ser un político musulmán en Occidente es ser militante de una congregación oscurantista cuyo fin es aniquilarnos, por infieles, e imponer en Occidente las grotescas, discriminatorias y a fin de cuentas brutales y asesinas, reglas del Islam.

Naturalmente, los habitantes de New York que lo deseen, que voten por Mamdani. Faltaría más. Que aún no vivimos en una teocracia musulmana.

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© Juan Abreu, 2006-2019