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DOmingo, 29 de junio de 2025

“Una democracia no puede integrar cualquier tendencia que surja en el horizonte y, desde luego, no puede sostenerse en un Estado que alimenta estructuras que trabajan para su propia destrucción. Nuestras élites políticas hoy y en la Transición ignoran las lecciones de la historia. Que la Primera República acabó en un fenómeno de cantonización esperpéntico y peligroso, y que la segunda República, entre otros factores, la llevó a una situación insostenible el secesionismo catalán. Pero todavía Azaña tuvo arrestos para hacer lo que no hizo Rajoy en idéntica coyuntura. (…) El régimen de las autonomías, tal y como está, lleva a un callejón sin salida. La propuesta federal, que ya ha sido ensayada con el éxito que conocemos, no es más que un ahondar en lo mismo, sobre todo porque las autonomías son ya un régimen federal (cambio de palabras nada más), de manera que queda poco que disgregar y repartir; los meros símbolos y poco más, y aún esto ofende. Es más, las autonomías están planteadas desde un principio como un sistema confederal asimétrico, que es uno de los errores más graves que tiene la Constitución de 1978.”

Para entender el abismo al que se asoma España, hay que leer a Roca Barea.

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