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Miércoles, 15 de noviembre de 2023

En la manifestación de ayer en Ferraz, un grupo de muchachos llevaba muñecas inflables, haciendo alusión, supongo, a la tendencia al puterío de los políticos socialistas. Sánchez, sus parásitos, palafreneros y lameculos profesionales merecen burlas, quién puede negarlo. El humor y la sátira son un desafío al pensamiento grupal, a los criterios impuestos y a la censura política y social. Además, desde todos los puntos de vista, son preferibles a los cócteles molotov. ¿No?

Yo celebro que la zumba, el pitorreo, la mofa, la befa, la candonga, el recochineo la injuria y el escarnio irrumpan en las protestas contra el traidor Sánchez y su banda. Cierto es que yo hubiera puesto a algunas de las muñecas la cara de Bolaños, López Patxi, Pumpido, Armengol o Marlaska.

En general, lo de las muñecas me parece una idea excelente. Piénsenlo. Se trata de entidades vacías, cuyo mayor atributo es la sumisión y la obediencia ciega a quien las ha comprado. ¿Hay algo que se parezca más a los socialistas españoles’

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© Juan Abreu, 2006-2019