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Martes, 28 de marzo de 2023

Hace unos días, se cumplieron veintiocho años de su muerte. Junto al recordatorio (sabe que no recuerdo ninguna fecha importante), mi hermano me envió una foto. En ella se ve a nuestra madre con una expresión característica, entre dulce y desamparada. Siempre supo mi madre, creo, lo que a mí me ha costado toda la vida aprender: que la dulzura es inseparable de la pérdida. Pérdida es el verdadero nombre de la ternura.

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© Juan Abreu, 2006-2019