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Viernes, 24 de marzo de 2023

Ya no voy a Barcelona. Salvo para cenar con Espada y poco más. Nunca a eventos de los llamados culturales huyo de ellos como de la peste (lugar común). Pero. Presentaba el amigo Valdeón su libro de conversaciones con el filósofo Ovejero. No he leído a Ovejero, supongo que esta será una buena manera de empezar. Atravesé la ciudad a la hora naranja cuando los transeúntes se convierten en espectros de las películas de Miyazaki: ánimas sumergidas en un fluido áureo y estomacal. La librería Byron es hermosa y al fondo donde se llevan a cabo las presentaciones, hogareña y un deje infantil y su piano. Al llegar compré el libro de Valdeón para que me lo firmara y al salir el último de Roca Barea (qué guapa la Barea con el pelo corto) que me apetece mucho. El sitio estaba lleno y me senté casi al fondo junto a una señora muy amable que me cuidó el libro y mi pañuelo preferido cuando tuve que ir al baño a orinar. Lo de orinar a mi edad es ya como las cosas en el comunismo, feas y obligadas. Y cuando comenzó la presentación cerré los ojos y me dije bueno muchacho a ver si aprendes algo.

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© Juan Abreu, 2006-2019