Juan Abreu
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Jueves, 2 de febrero de 2023
Siempre he pensado que los anti sistema en Cataluña (organizaciones okupas, anticapitalistas, independentistas y gente por el estilo) lo son porque no follan. Pero. Me equivocaba. Un policía infiltrado en uno de estos grupos, o en varios, ha tenido que follarse (dicho en popular) a unas cuantas damas revolucionarias para obtener información íntima y precisa, dicen las crónicas y dicen bien, ¿qué hay más íntimo que colocar al enemigo el micrófono dentro? Todo consentido, naturalmente. Se han querellado cinco insurrectas contra el aguerrido, y al parecer muy apuesto y vigoroso, agente del orden. Pero. A saber cuántas revolucionarias cedieron a los encantos del undercover retozón. ¿Las metió en la cama de una en una o hubo tríos o pequeñas orgías entre las tácticas usadas (casi escribo eyaculadas) por el agente buenorro para obtener información? Ese es un dato interesante, al menos para mí, que me dedico al estudio de la sexualidad española. Las mujeres han usado el sexo históricamente como arma preferente cuando actuaban como espías ¡hasta nazis se han follado!, así que no veo el motivo para tanto escándalo.
Ah. Y. Por cierto. He visto una fotografía de las abogadas de las damas que se dicen agraviadas y tienen cara de necesitar del talento de un espía apuesto. Pero sólo es una apreciación mía, eh, sin base empírica alguna.
