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Lunes, 28 de noviembre de 2022

Un señor que escribe en el diario se identifica como ciudadano vasco en su artículo, que en el acto se emponzoña de mentira y fantasía. Los ciudadanos vascos no existen. Así los ciudadanos catalanes, gallegos, etcétera. (Nada diré de la vascofilia, asumiré que se trata de una ironía o de un chiste de mal gusto). Ya sé que la vida es inhabitable y que hay que refugiarse en la ficción y en la fantasía para sobrevivir. Pero, hay ficciones y fantasías peligrosas. Esta fantasía cavernícola española cultivada sin pudor y cobardemente por gobiernos, élites intelectuales, medios de comunicación y por gran número de españoles formados en la mentira y la novelería aplicada a la realidad, sólo conduce a la desigualdad, el provincianismo, el rencor, la violencia, la estupidez-terruño y finalmente a la dictadura tribal y al fin de los españoles libres e iguales.

Si aún quedan.

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© Juan Abreu, 2006-2019