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Jueves, 22 de septiembre de 2022

Saliendo de la ciudad nos extraviamos un poco y rodeados por los montes etarras del País Etarra llamado también País Vasco pensé que eran montes parricidas que tanto como el paisaje moldea a los hombres los hombres moldean el paisaje y me llenó de espanto la proximidad de esos montes ese espanto indistinguible de la furia que siento a veces y levanté la cabeza y hasta el cielo estaba cubierto de esquirlas y salpicaduras y comprendí al fin lo que me pasa el malestar que siento al escuchar la jerigonza euskera y es que se trata de una jerigonza que rezuma sangre.

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© Juan Abreu, 2006-2019