5084

Viernes, 19 de agosto de 2022

Hay libros sagrados. Yo tengo muchos: El Quijote, Peter Pan y Wendy, Ferdydurke, Viaje a La Habana, Antes que anochezca, Maestros antiguos, Verdad y mentiras en la literatura, Gargantúa y Pantagruel, Vamps and Tramps, La promesa del alba, El Monte, Decadencia y caída de casi todo el mundo, el Diario de campaña de Martí, la Historia de mi vida, de Casanova, el Diario literario de Léautaud, por sólo nombrar algunos; ah, me olvidaba de la serie Misterio (la de Fatty y su perro Buster) de Enid Blyton. Sagrados para mí. Pero. Usted puede quemarlos, cagarse en ellos, o lo que le plazca. Eso no afectará mi veneración, ni despertará mi furia, homicida o no. Hay muchos libros sagrados, repito. Pero ninguno religioso.

Ningún libro que pretenda ser depositario de una VERDAD única e incontestable es sagrado. Los únicos libros sagrados son aquellos que llaman a los hombres al ejercicio de la Libertad y la Belleza.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019