4897

Viernes, 21 de enero de 2022

Llego a la verdulería en el preciso instante en que una de mis verduleras le dice a otra, admonitoria: Tú no te la dejes meter si no te anestesia, si no te anestesia que no te la meta. Qué momento. De inmediato me aproximo y exclamo: Pero… pero… con qué tipo de hombres andan ustedes, pero qué animal, ¡anestesiarte!; señoras, tienen que juntarse con hombres de verdad, yo mismo soy todo suavidad y confort al meterla, todo delicadeza y babilla… pero señoras cómo es posible… ¡pero qué animal, anestesiarte! Y después sus risotadas ya no me dejan seguir.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019