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Miércoles, 17 de noviembre de 2021

Ayer dije Cayetana Álvarez de Toledo e Isabel Díaz Ayuso, pero creo que es bueno añadir al regio dúo a la señora Macarena Olona. La señora Olona añadiría un inestimable nivel de pasión y de necesario lenguaje recto a la soñada conjunción Cayetana-Ayuso. Gran cerebro, gran carisma y gran pasión y lenguaje recto, confluyendo. Serían el remedio que necesita desesperadamente el cuerpo corrupto y comunistamente infectado de la política española. Y qué decir, al margen de los talentos políticos, del elemento estético (tan importante, lo primero que hay que derrotar para llevar a un país a la ruina, la bobalización y al fanatismo, es la estética) que alcanza en estas mujeres, de acendrada belleza y gran pujanza erótica, la cúspide. No me repetiré aquí, porque todo está dicho en Eros y política donde sus retratos alcanzan la rara categoría de baba sagrada.

Yo, sí me guían estas mujeres, atravesaría a pie y descalzo el Infierno y estaría dispuesto a enfrentarme a cualquier hueste infernal.

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© Juan Abreu, 2006-2019