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Martes, 9 de noviembre de 2021

Reviso mi novela (o lo que sea) Cinco cervezas y pienso terminar hoy o mañana de reescribirla, adecentarla, y de algún modo actualizarla un poco y dejarla lista para su reedición. La primera estuvo a cargo de la desaparecida editorial Poliedro y su editora Julieta Leonetti, la mejor editora que he tenido. Julieta editó y publicó además mi Gimnasio. Emanaciones de una rutina, un libro que nadie hubiera publicado en su momento, 2001, y que hoy, veinte años después, nadie publicaría. Los grandes editores han desaparecido, sólo quedan editores medianos y pequeños. La censura de género, la censura de lo políticamente correcto y la censura racial avanzan veloces y las élites intelectuales huyen aterrorizadas. Salvo gloriosas excepciones, los escritores (de los pintores mejor no hablar) siempre han sido una panda de cobardes y baratos mierdecillas.

Cuando termine de trabajar en Cinco cervezas, la publicaré en Amazon, el mejor editor hoy en día para mi trabajo, menos mal que existe Amazon. Es cierto que tiene el problema de que no distribuye en librerías, pero estará a la venta en Amazon, que es bastante. Y paga mejor Amazon, y su gestión de tu dinero es mucho más transparente, cosa muy importante. Con los editores digamos convencionales no se cobra nunca o se cobra siempre tarde y menos y mal y nunca sabes cuántos de tus libros realmente han impreso. Para la mayoría de los editores los escritores son putas baratas, ni siquiera putas de lujo; aunque ahora que lo pienso sí que algunos escritores son putas de lujo. Me alegro por ellos. De tener que ser puta yo escogería ser puta de lujo, sin duda.

Después, creo que trabajaré en Gimnasio y así iré poco a poco publicando en Amazon todos mis libros, o al menos los que aún me interesen. Lo importante es que los libros queden en algún sitio cuando yo reviente aunque sé que en el fondo todo es lo mismo. Pero.

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© Juan Abreu, 2006-2019