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Viernes, 17 de septiembre de 2021

(Bis) En España la Justicia funciona en dos planos, uno real, y otro retórico. Uno de estos planos, anula al otro. El plano retórico, es donde a un patriota asesino vasco se le condena a cientos o miles de años de cárcel. En el plano real, sin embargo, ese asesino sólo puede cumplir una pena máxima de treinta años. ¡Y todo con carácter de Ley, dentro del mismo Código Penal! La condena retórica es, naturalmente, una farsa. ¡Miren cómo castigamos ejemplarmente a estos monstruos! Dice la Justicia Retórica. Mientras la Justicia Real, por su parte, anula lo que la Justicia Retórica acaba de proclamar cínicamente, y además ofrece al asesino múltiples facilidades para rebajar su pena. Todo en el mismo juicio y en la misma condena.

No sólo en España hay Justica Retórica y Justicia Real. También la hay en USA, por ejemplo. Pero. A diferencia de España, en USA la Justicia Retórica (condenas a dos cadenas perpetuas, o a pena de muerte más cadena perpetua) confluye con la Justicia Retórica porque si te matan, o cumples una cadena perpetua ya estás cumpliendo ambas Justicias, la Retórica y la Real. La Justica española es una farsa hipócrita en la que su lado real anula al retórico (que se usa como propaganda destinada a maquillar la indignidad que ejecuta) a conveniencia y beneficio de los asesinos. Cada vez que un juez español condena a cientos o miles de años a un patriota asesino vasco no está haciendo Justicia, se está burlando de sus víctimas.


(Dedicado a las víctimas del asesino etarra Henri Parot)

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