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Lunes, 13 de septiembre de 2021

Entrevistan a Sergio Ramírez porque sus ex camaradas sandinistas han prohibido la entrada a Nicaragua de uno de sus libros. Al principio pensé que sería por el título, Tongolele no sabía bailar, verdaderamente espantoso. Pero. No. Ramírez, un escritor pueblerino, folklórico, grave y del montón, fue durante ¡diez años! uno de los líderes de la pandilla de ladrones y asesinos sandinistas entrenados y armados por los ladrones y asesinos hermanos Castro. Sigue siendo revolucionario, dice, aunque ya no cree en la lucha armada. Algo típico de estos revolucionarios, en cuanto llegan al poder mediante la lucha armada, dejan de creer en la lucha armada. Muy conveniente. Iba leyendo lo que dice Ramírez y pensaba, qué cara dura este tipo. Hasta hace poco vivía en Nicaragua Ramírez, a la sombra de la dictadura que ayudó a imponer, de la que estuvo al servicio, por un precio, claro, y que tanta ruina, moral, intelectual y económica ha traído a Nicaragua. Tranquilamente. Y ni palabra en la entrevista sobre la profunda inmoralidad de este hecho. A ver, Ramírez, no se puede vivir en una dictadura si pretendes ser un escritor libre. Tienes que largarte, Ramírez. Quedarse es servir a la dictadura, Ramírez. Ah. Y. No se pueden aceptar premios de otra dictadura (la responsable de la dictadura en tu país), Ramírez. Eso es brindar una coartada al crimen, Ramírez. Diez años de esbirro de una dictadura comunista que a fin de cuentas no era y es más que una colonia castrista y aún revolucionario. Su almita pertenece a la Revolución. Qué cara dura este tipo Ramírez.

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© Juan Abreu, 2006-2019