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Sábado, septiembre 11 de 2021

Hoy en lo único que quiero pensar es en las Twin Towers. Y en el atentado musulmán y religioso (Alá los guiaba) que las derribó. Yo estuve en esas torres, en la cima del mundo que eran las torres, y puedo imaginar mejor (creo) el horror que sufrieron las víctimas. La primera vez que viajé a NY subí con Rey al mirador, que era un mirador a cielo abierto. Qué maravilla. La última vez que estuve en Manhattan, hace dos o tres años, visité la torre nueva, el One World Trade Center. No es lo mismo. El mirador es una pecera. Todo el lugar trasmite lo contrario de lo que trasmitían las torres desaparecidas. Las Twin Towers eran la libertad desinhibida, desafiante; el One World Trade Center es la libertad temerosa, atrincherada. Hoy es un día para honrar a los seals que mataron a Bin Laden y en especial a Rob O´Neill que tuvo el honor de pegarle dos tiros, no, mejor, tres, en la cabeza.

Al caer la tarde, a la hora misteriosa, abriré un buen vino y brindaré por esos soldados y por el señor O´Neill y brindaré porque no acabe nunca la guerra contra el enemigo religioso musulmán y porque nunca se renuncie a la venganza. Y cuando hablo de venganza pienso sobre todo en bombardear Arabia Saudí.

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© Juan Abreu, 2006-2019