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Miércoles, 21 de julio de 2021

Mi gato negro, algo lisiado de nacimiento, se detiene a veces al pie del árbol del fondo del Jardín, un arce, y está un rato contemplando el tronco y luego se marcha. Mi gato amarillo por el contrario trepaba el árbol a la carrera y desde él saltaba a la cerca y de ella al patio del vecino. Con frecuencia miro el arce y lo veo allí. Verdaderamente no morirá hasta que yo muera mi niño amarillo.

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© Juan Abreu, 2006-2019