Juan Abreu
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Viernes, 11 de junio de 2021
Con los indultos a los sediciosos antiespañoles independentistas catalanes se consuma la derrota de España y de los ciudadanos libres e iguales en Cataluña, región. Es el triunfo total de la gran mentira tribal, a saber: Cataluña es una nación, los ciudadanos catalanes existen. La derrota en Cataluña, región, debe mucho a la cobardía y la desidia del ex presidente Rajoy, que tuvo la oportunidad histórica, 155 mediante, de desmantelar la corrupta maquinaria catalanista (antiespañola, independentista, todo es lo mismo: catalanismo, es decir sacralización del villorrio) y desperdició la ocasión y traicionó a los ciudadanos españoles libres e iguales dejándolos a merced del enemigo, es decir a merced del tribalismo catalán.
Ahora la izquierda se obstina en vender la carta de Junqueras a Sánchez como una derrota de los sediciosos. Lo que leerán en los diarios y verán en TVE helará la sangre en las venas. Pero. Nada de lo que extrañarse, lo mismo han hecho con ETA triunfante, vendernos su derrota que es la derrota de estar en el poder, de tener más poder del que nunca llegaron a soñar, matando.
La única solución al problema tribal catalán y vasco es suspender indefinidamente las autonomías catalana y vasca. E ilegalizar a los partidos enemigos de una España de ciudadanos españoles libres e iguales: Bildu, ERC, PNV etcétera.
Nunca ha existido un catalanismo moderado, Pujol estuvo cuarenta años conspirando contra la unidad del España, vendiendo la baratija de juntos los distintos (siempre y cuando seamos nosotros mejores) mientras socavaba las bases del Estado español (con la estúpida y corrupta complicidad de PP y PSOE).
Ni ETA ni el Independentismo catalán han sido derrotados. Los únicos derrotados son los ciudadanos españoles libres e iguales. Y aún nos queda por ver como colocan el último clavo en el ataúd de la democracia española: el regreso triunfal de Carles Puigdemont.
