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Lunes, 10 de mayo de 2021

Queda definitivamente aclarado el caso Lucas Lírico: ha follado poco. Una escoliosis, pobre. El poco follar está relacionado como se sabe con el lirismo. A menos follar, más lirismo. Le da a uno por las camisas con flamencos, los chalequitos pizpiretos y los pantalones verdes. Lo que carecería de importancia si eso no se reflejara en la escritura. No se puede escribir disfrazado. Llega el momento en que todo lo que escribes te sale disfrazado y en medio de cualquier párrafo o verso se te echa a volar un flamenco.

Pero. No se me malinterprete, siento por el personaje Lucas Lírico una gran ternura. Véase mi retrato de Lucas Lírico en Eros y política. Me gusta Lucas Lírico, es un hombre que no puede ponerse a escribir poesía como cualquier hijo de vecino, no, “rompí a escribir poesía”, dice en una entrevista en El Mundo. Me encanta la gente que “rompe” a hacer cosas en vez de hacerlas simplemente.

Hay que leer a Lucas Lírico, no hallarán en sus versos poesía alguna, pero cómo no leer a un poeta al que, cuando el lector menos se lo espera, en cualquier verso, se le echa a volar un flamenco.

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