Juan Abreu
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Jueves, 29 de abril de 2021
Ya casi termino el libro de Hirsi Ali y queda claro que la inmigración musulmana es dañina para Europa. Los musulmanes (en números muy considerables) no quieren civilizarse en los países civilizados, lo que quieren es trasladar su incivilidad su odio a las mujeres su atraso cultural y su fanatismo religioso a los países civilizados, en los que han sido recibidos con la mayor generosidad. Quieren musulmanizarnos. Hace años escribí aquí que lo que hacía falta en España era al menos un millón de negros africanos (no musulmanes) para que se mezclaran con los españoles y europeos y dieran nuevo vigor a la cansada y derrotada genética europea. Mestizaje, no multiculturalismo, ese es el camino.
El problema para España es que el pensamiento grupal socialdemócrata e izquierdista, encarnado en el llamado progresismo español, han hecho del multiculturalismo el masoquismo suicida y el buenismo culogordo un valladar contra la defensa de la civilización occidental.
En este momento de la Historia humana el socialismo y el llamado progresismo español son formas reaccionarias de rendición intelectual.
