Juan Abreu
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Martes, 27 de abril de 2021
Estoy aterrado. Primero balas, después una navaja ensangrentada. Lo próximo será un lanzacohetes o una mina antitanque. Esto es muy serio. No se lo tomen a broma por favor. Qué están esperando ¿que Sánchez amanezca con la cabeza de un caballo en la cama? ¿Que la señora Ministra de Igualdad reciba un mechón de pelo púbico de Abascal? Señores y señoras y gente intermedia e incluyo ahí a los machos preñados (a ver quién se atreve a acusarme de no ser inclusivo), por favor, no se tomen esto a la ligera. ¡Balas! ¡Navajas ensangrentadas! Ahora bien, aclaremos, no estoy aterrado por las balas o la navaja y quién sabe qué será lo próximo, estoy aterrado porque es evidente que la seguridad de Correos y el Ministerio del Interior de España es un coladero. Un coladero. Es un milagro que los terroristas religiosos musulmanes no hayan mandado ya una bomba atómica por correo certificado.
¡Y todo el izquierdismo progre y culogordo culpando a VOX! ¡Pero a ver criaturas el problema no es si lo mandó VOX o el PSOE o llevó las balas al correo Iglesias ocultas en el moño!
El problema es el coladero.
