Juan Abreu
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Sábado, 24 de abril de 2021
En lo que concierne al incidente en el debate organizado por una Barceló creo que se está dejando escapar lo más interesante: que la señora Barceló fundó ayer el berreo femenino. Siempre hasta ahora por milenios el berreo perteneció al género masculino, pero el ¡Pablo! ¡Pablo! de la señora Barceló (por cierto, cómo ha engordado la señora Barceló) cambia para siempre la historia del berreo masculino y lo hace también femenino, ¡inclusivo! Ahora, gracias a la señora Barceló no sólo los machos en celo berrearán para atraer a la hembra también la hembra en celo berreará para atraer al macho, en este caso el señor Iglesias. ¡Pablo, Pablo! Impresionante.
Por otro lado, la señora Monasterio, qué lenguaje recto, qué sonrisa de espada desenvainada. Fabuloso. Hasta VOX la guerra del lenguaje y del postureo moral en España siempre la ha ganado la izquierda por ausencia de oponente. Pero ahora ha irrumpido VOX en la guerra (sí, guerra) y la alferecía colectiva de la izquierda política y periodística ante VOX, sus ansias descaradas y obscenas de sacar a un partido absolutamente democrático del juego político (incluso a pedradas) lo único que demuestra es que al fin la izquierda los chavistas los neoetarras las tribus antiespañolas catalana y vasca y el tribalismo regional en general ya no están solos en el campo de batalla, ahora tienen a un verdadero y desacomplejado contrincante y su lenguaje recto haciéndoles frente.
¡Al fin!
