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Jueves, 22 de abril de 2021

Sigo con Catherine Millet y su Amar a Lawrence. Una lectura de mucho provecho que ilumina al hombre y al escritor Lawrence y aún mejor ilumina el siempre confuso malvivido falseado y brumoso mundo sexual. Y encuentro una carta de Lawrence a Aldous Huxley que ha sido un gran descubrimiento y hasta un deslumbramiento para mí:

“Sus ideas sobre grandes perversos son excelentes. Podría empezar por un Romain Rolland y llegar a san Francisco; a Miguel Ángel y Leonardo; a Goethe y Kant; a Jean Jacques Rousseau o a Luis XIV. Byron; Baudelaire; Wilde; Proust: todos han hecho o han intentado hacer lo mismo: expulsar, o intelectualizar, y por ende falsificar totalmente la conciencia fálica, que es la fundamental, y es lo que se quiere decir, en el mejor sentido, cuando se habla de sentido común”.

¡La conciencia fálica! Es lo que he promovido y defendido toda mi vida sin saber nombrarlo ¡qué bruto soy!

Ahora lo entiendo, esa conciencia es la razón por la que no practico el pensamiento grupal (cada vez más dominante y extendido) y es mi primer cerebro y su sentido común y es el motivo por el que nunca han logrado domesticarme y he conservado libre y bien alimentada mi bestia.

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© Juan Abreu, 2006-2019