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Sábado, 17 de abril de 2021

Los perritos fueron a pasear a un campo cercano y el negrito volvió con una garrapata detrás de la oreja todo el mundo en casa salió corriendo asqueado yo no, yo fui al quicio que da a la terraza de qué sirve el amor si no es capaz de sacarle una garrapata a quien amas y le saqué la garrapata que al final eran dos y las aplasté con una piedra y recordé, es un decir, cuando me sentaba en el quicio trasero de la casa de la infancia a sacarle las garrapatas a los perros de la infancia que allá siempre estaban llenos de garrapatas y con una piedra las iba reventando y mi madre me miraba con adoración muy bien Juancito esos bichos asquerosos les sacan la poca sangre que tienen pobrecillos y yo qué coño Tarzán ni el Zorro ni Bomba el Niño de la Selva ni Flash Gordon nunca me he sentido mejor más lleno de sentido y de propósito. Todos los filósofos y gente así durante miles de años buscando sentido y propósito y tan fácil que es sólo tienes que sentarte y matar garrapatas con una piedra para hacer feliz a tu madre.

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© Juan Abreu, 2006-2019