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Sábado, 20 de marzo de 2021

El gato negro es un pésimo cazador lo contrario de mi gato amarillo. Con mi gato amarillo algunas semanas aparecían tres o cuatro ratones muertos en el Jardín yo a veces me sentaba en la terraza y lo veía acechar y saltar y meterse entre el follaje al pie de la cerca y salir con un ratón entre las fauces. Pero. El gato negro pobrecillo tiene una malformación ósea en la cadera que le impide moverse con la rapidez que exige la caza. Lo más que atrapa son salamandras pobrecillas y lagartijas se las quito cuando lo veo con una pero no siempre llego a tiempo; también acecha a los pájaros que vienen a comer las olivas caídas pero es de risa los pájaros las enormes urracas sobre todo lo ven agazapado y siguen a lo suyo los pájaros pueden estar tranquilos con mi gato negro. Con mi gato amarillo era todo lo contrario. Su ausencia ha quitado drama y un hálito ancestral y ha quitado aventura e infantil emoción a mi vida.

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© Juan Abreu, 2006-2019